Este documento presenta una caracterización provisional del diseño como un discurso complejo e histórico que emerge de prácticas sociales y alianzas de poder-conocimiento. Se propone abordar el diseño examinando estas prácticas sociales desde una perspectiva compleja, entendiendo al diseño como una expresión inmanente de las mismas. También traza una genealogía de lo estético y examina la carga axiológica del diseño en la modernidad. Finalmente, delinea un problema de investigación tomando herramientas de Nietz
1. Facultad de Arquitectura/UDELAR
Estética y diseño II/ 2012
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Parte 1.
En clase hemos planteado una caracterización de diseño provisoria:
Se trata de un discurso epocal y complejo; emergente de las prácticas sociales históricas y de
alianzas de saber-poder. Está circunscrito en un dominio de saber: el proyectual del diseñar. Este
dominio no es neutral, forma parte de la racionalidad política y económica imperante.
Entonces, abordar la cuestión del diseño significará dilucidar las prácticas sociales históricas desde
un pensamiento complejo; entendidas dichas prácticas como formando parte del entramado socio-
histórico-político-cultural y el diseño como una expresión inmanente de la misma.
Se trata de una propuesta que intenta correrse de la metafísica y del estudio de las esencias.
También hemos trazado una genealogía de lo estético, y caracterizado como enunciados que han
roto con la barrera de la autonomía del arte y se han volcado a lo cotidiano.
Y hemos planteado la carga axiológica del diseño propia de un discurso de la estética filosófica,
emergente en una episteme singular, la moderna. Lo moral del discurso del gusto, junto a la
capacidad de humanizar a través de la experiencia estética, son dos componentes que aparecen
también en el diseño. Que se puede apreciar a través de su definición fundante: el diseño
contribuye activamente y se hace cargo de la mejora estética del mundo contemporáneo
tornándolo un medio habitable y un paisaje que satisfaga y cultive lo más humano de las
personas.
Finalmente, nos embarcamos a delinear un problema de investigación, tomando como herramientas
las que surgen de ciertas conexiones entre obras del pensamiento de Nietzsche y Foucault. Hemos
visto la concepción de verdad e historia que compone un nuevo saber, la genealogía. Hemos
tomado la definición dinámica de lo social, como un campo de batallas donde se juegan los
enfrentamientos en un escenario de luchas, entre actores con intereses, que producen alianzas,
que posibilitan estrategias y componen tácticas para lograr su voluntad. También, que desde esta
perspectiva, tanto el sujeto como el objeto de estudio aparecen en un juego de verdades que los
tornan posibles por ciertas condiciones de existencia (episteme). Y que por esto, el ser está
sumamente mediado por este juego de verdades de tal modo que cuesta decir una verdad de sí
mismo.