El documento establece un código ético para docentes con el fin de mantener altos estándares éticos en las relaciones con estudiantes, colegas e instituciones. Resalta la importancia de evitar que problemas personales afecten el trabajo docente, promover el talento de los estudiantes y servir como un ejemplo a seguir. También enfatiza la responsabilidad de los docentes y la necesidad de denunciar falta de profesionalismo o corrupción entre otros profesionales de la educación.