Este documento resume tres corrientes administrativas clásicas: la administración científica de Taylor y Gilbreth, las organizaciones burocráticas de Weber, y los principios administrativos de Fayol. Describe sus principales contribuciones como estandarizar tareas, seleccionar empleados aptos, e impartir métodos estándar, así como sus críticas como no apreciar el contexto social ni la diversidad de individuos. Surgen entre los siglos XIX y XX para lograr metas, productos, servicios y eficiencia en las primeras organizaciones.