La UCI proporciona atención médica cercana y constante a pacientes adultos críticamente enfermos a través de monitoreo continuo, tratamientos especializados y tecnología avanzada. Los pacientes que ingresan a la UCI incluyen aquellos después de cirugía, en estado de choque o con enfermedades hemorrágicas o crónicas. El objetivo es brindar cuidados integrales y realizar procedimientos de diagnóstico y tratamiento.