Hacer deporte de forma regular y moderada mejora tanto la salud física como la psicológica y aumenta la calidad de vida, ayudando a evitar factores de riesgo asociados con el sedentarismo y mejorando la coordinación psicomotriz, la memoria y la atención. Además, el deporte fomenta valores como el trabajo en equipo, la solidaridad y la tolerancia, contribuyendo a una mayor integración y convivencia social.