2. Una de las fibras de la sustancia blanca medular forman vias
que llevan hasta los centros supramedulares los estimulos
nerviosos perifericos y reciben el nombre de vias
ascendentes,otras desde estos centros conducen estimulos
hasta los nucleos medulares y conforman las vias
descendentes.
Existen ademas fasciculos que ponen en contacto distintos
segmentos dentro de la medula misma y son los llamados
faciculos intramedulares o fasciculos propios de la medula. se
considera como una via nerviosa la serie de neuronas
interconectadas sinapticamente y que conducen un
determinado tipo de estimulo
4. Al aproximarse a la médula. la raíz posterior se divide en una
serie de hilos o raicillas que penetran por el surco lateral
posterior. Las fibras más gruesas de cada raicilla, portadoras
de la sensibilidad propioceptiva consciente y discriminativa,
pasan al cordón posterior. mientras que las más delgadas se
localizan entre la superficie medular y el vértice del asta
posterior o zona de Lissauer. Desde estos sitios originan, por
sus contacto con neuronas sensitivas secundarias de la
substancia gris, las distintas vías que llevan hasta núcleos
supramedulares los estímulos sensitivos periféricos.
5. Vías de la propiocepción consciente y del tacto
discriminativo
(Fasciculos gracilis y cuneatus)
Las fibras portadoras de la propiocepción consciente y del tacto
discriminativo pasan directamente a los cordones posteriores y se
bifurcan formando una rama ascendente y otra descendente, ambas
de longitud variable pero siempre por varios segmentos medulares.
Muchas de las fibras ascendentes alcanzan aun el nivel del bulbo
raquídeo, donde terminan haciendo sinapsis con las neuronas de los
núcleos gracilis y cuneatus.
6.
7. Laminacion del cordon posterior.
Las primeras fibras sacras que penetran al cordón posterior se sitúan
medialmente, en contacto con el septo media posterior. Las fibras que
llegan a niveles progresivamente superiores de la región sacra, de la
región lumbar y de la región dorsal, quedan más externamente situadas
y en conjunto configuran el fascículo gracilis.
El gran caudal de fibras del miembro superior y de la región dorsal
superior, que entran con los troncos del plexo braquis, se disponen por
fuera del anterior y comfiguran el fasciculo cuneatus (figura 7.2)
8.
9. Fasciculo interfascicular.
Fasciculo septomarginal. Triángulo de Phillipe Gambault
Las ramas descendentes del cordón posterrior, originadas en los
ganglios cervicales, se sitúan entre los fascículos gracilis y cu- neatus
donde forman el llamado fascículo interfascicular (área en coma o virgula
de Schultze), mientras que en la región lum bar el mismo tipo de fibras
descendentes forman el fascículo septomarginal o área oval de Flechsig ,
el cual aparece en la región sacra como una área triangular en la
superficie medial del cordón y recibe el nombre de triangulo de Phillipe
Gambault
10. Los estímulos propioceptivos y táctiles discriminativos del
tronco y las extremidades asciende entonces por el cordón
homolateral de la médula y llegan hasta el bulbo raquídeo,
donde las fibras de los fascículos gracilis y cuneatus terminan e
haciendo sinapsis con los núcleos gracilis y cuneatus
correspondientes; las células s de estos envían sus axones al
lado opuesto del bulbo (recusación sensitiva) y ascienden a
través del tallo cerebral en un grueso fascículo, el lemnisco
medio, que llega al tálamo y termina en el núcleo ventral
posterolateral; finalmente, de este sale el último eslabón de la
vía que llega al área sensitiva de la corteza cerebral
11. Las lesiones de los cordones posteriores se traducen en un
déficit de la propiocep ción, lo que causa que al paciente le
sea dificil conocer la posición de sus segmentos corporales.
Esta lesión se pone de manifIesto con pruebas de
reconocimiento de la posición de los dedos de la mano o
del pie, o por la dificultad de tocar una rodilla con el talón
contralateral (prueba talón-rodilla), o La punta de la nariz
con la punta de un dedo, Igualmente, el pasiente tiene
dificultad más o menos notoria para la marcha, que realiza
de una manera insegura, tambaleante, con ayuda visual y
separando las piernas para ampliar la base de
sustentacion.
12. Este cuadro de coordinación motora recibe el nombre general
de ataxia; el defecto se debe a la perdida de la sensibilidad
propioceptiva, se le conoce como ataxia sensitiva.
Con la lesión de los cordones posteriores se interrumpe el arco
reflejo monosináptico entre las neuronas propioceptivas y las
neuronas motoras del asta anterior; esto determina la pérdida
de los reflejos de extensión, lo cual es una de las principales
características clínicas de la lesión de los cordones posteriores
medulares.
14. Vias de la sensibilidad propioceptiva inconsciente:
Vias espinocerebelosas:
Las fibras propioceptivas que no entran al cordón posterior terminan de
dos maneras: unas hacen contacto con células diversas del asta posterior,
y otras terminan en contacto con la columna de Clarke o núcleo dorsal.
Los axones derivados de las células del primer grupo se dirigen a la
porción ventral del cordón lateral, tanto del mismo lado como del
opuesto, pero predominantemente del lado opuesto; de aquí las fibras
ascienden y forman el fasciculo espinocerebeloso ventral o cruzado, o
fasciculo o Gowers.
15. Vias de la sensibilidad propioceptiva inconsciente:
Vias espinocerebelosas:
Los axones de las células del núcleo de Clarke se dirigen hacia la superficie
del cordón lateral del mismo lado donde forman el fasciculo
espinocerebeloso dorsal o tracto cerebeloso directo de Flechsig. Como su
nombre indica, estos fasciculos terminan en el cerebelo (figura 7.4). El
fasciculo espinocerebeloso dorsal llega a su destino a través del pedúnculo
cerebeloso inferior, mientras que el ventral ascienden hasta el
mesencéfalo donde cambia su rumbo y, a través del pedunculo
cerebeloso superior, llega al cerebelo. De esta manera, el cerebelo recibe
los impulsos propioceptivos necesarios para la coordinación de la
actividad motora de una manera inconsciente. Debernos anotar que los
fasciculos espinocerebelosos no son aparentes en los segmentos
medulares sacros
16. Vias de la sensibilidad propioceptiva inconsciente:
vias del tacto y la presion.
Las fibras de la raíz dorsal o posterior, portadoras de los estímulos de tacto y
presión se dividen en la zona de Lissauer en ramas ascendentes y
descendentes abarcan dos o tres segmentos medulares; en este trayec to dan
origen a numerosas ramificaciones sinápticas para neuronas sensitivas
secundarias de la substancia gris, cuyos axones, a su vez, pasan a través de la
comisura blanca medular al cordón anterior de lado opuesto para formar el
fascículo espinotalámico anterior o ventral (figura 7.5).
Las fibras de este fascículo ascienden y terminan en el núcleo ventral posterola.
teral del tálamo. Como ya hemos mencio nado, la función discriminativa del
tacto es transportada por los cordones posteriores y no se pierde cuando se
lesionan los cor dones anteriores de la médula. El fasciculo espinotalámico
anterior está principalmente relacionado con el tipo de sencibilidad protopatica
privitiva
17.
18. Vias de la sencibilidad propioceptiva inconciente
vias del dolor y la temperatura
Fasciculo espinotalámico lateral
Las fibras más delgadas de la raíz posterior, portadoras de la sensibilidad al
dolor y a la temperatura, se dividen en las zonas de Lissauer en ramas
ascendentes y descendentes, pero sólo por muy corto trecho: sus
ramificaciones terminan contactando neuronas de distintos núcleos del asta
posterior. Los axones de estas neuronas pasan al cordón lateral del lado
opuesto (figura 7.6) y ascienden para llegar al talamo omo parte del fasciculo
espinotalámico lateral que, como el anterior, termina en el núcleo ventral
posterolateral del tálamo. La vía sensitiva se completa con la fibra que de este
núcleo pasa al area sensitiva de la corteza (figura 7.6).
19. Vias de la sencibilidad propioceptiva inconciente
vias del dolor y la temperatura
Fasciculo espinotalámico lateral
El cruzamiento de estas foras sensitivas en la médula explica la perdida
de la sensibilidad en el lado opuesto por debajo del sitio de las lesiones
del cordon lateral de la médula y su localización precisa indica el
segmento en que la via se ha interrumpido
20.
21. Cordotomia para el tratamiento del dolor
En la práctica neuroquirúrgica se recurre ocasionalmente a la sección del
fascículo espinotalámico lateral para el tratamiento del dolor crónico no
susceptible de mejoría por métodos farmacológicos. La incisión que se hace
secciona la porción ventral del cordón lateral. desde la superficie hasta la
substancia gris. y compromete otros fascículos como el espinocerebeloso
ventral. La lesión de la porción mas dorsal del fascículo que nos ocupa produce
anestesia de la extremidad inferior contralateral; la lesión de las porciones más
ventrales, en los niveles cervicales. produce anestesia del miembro superior,
mientras que los dolores de las vísceras pelvianas requieren la sección de las
fibras mas profundas, en contacto con la substancia gris
22. Otros fasciculos que conducen estimulos dolorosos
En ocasiones la cordotomía como la acaba-mos de describir no es
completamente efectiva para los fines deseados pues, aunque el dolor pierde
muchas de sus características
iniciales como la discriminativa y la de la calización, en muchas ocasiones
reaparen o persiste una sensación difusa con las características angustiantes
del dolor. se han estudiado desde el punto de vista clinico y experimental las
posibles vías par la conducción de este tipo y se han sugerido las siguientes:
23. Por los cordones posteriores a lo largo de los fascículos gracilis y
cuneatus que además de la sensibilidad táctil discriminativa, puede
tener también fibra que conducen estímulos dolorosos.
Vía espino-cérvico-talámica. Está formada por fibras originadas en
neuronas del asta dorsal que ascienden par hacer sinapsis con neuronas del
núcleo cervical lateral, el que a su vez envia sus axones al
tálamo contralateral
(Nota: el núcleo cervical lateral un grupo de neuronas situadas en el cordón
lateral, ventral y lateralmente al asta ventral, en los dos primeros segmentos
cervicales. Se ha descrito en animales y no en el hombre).
24. Vía espino-reticulo-talámica. Se forma por conexiones entre
los fascículos espinotalámicos y los núcleos reticulares, los
estímulos sensitivos pueden llegar hasta el tálamo por un
sistema reticular ascendente multisináptico.
Sistemas secundarios ascendentes. Están formados por
cadenas sinapticas ascendentes de la substancia gris de la
médula, y aunque no están bien de finidos anatómicamente al
parecer sor importantes para la conducción de s estímulos
dolorosos viscerales.
26. Desde un punto de vista anatómico, estas vías se caracterizan por
originarse en niveles supramedulares, rostralmente al Extremo superior
de la médula. Desde el punto de vista funcional, conducen hasta la
médula estímulos de naturaleza motora, algunos de ellos integrados en
respues tas altamente coordinadas a situaciones conscientes o
voluntarias, como las que discurren por la vía piramidal; otras son
fasciculos de coordinacion motora,esto es, de adecuacion de la actividad
motora en cuanto a fuerza,amplitud e intensidd de cada movimiento
27. Fasciculos corticoespinales o vία piramidal (figura 7.7)
Estos fascículos se asocia clásicamente a la ejecución de los
movimientos volun- tarios, ya que su
destrucción se traduce en la incapacidad para ejecutar
estos mo- vimientos, en especial los más elaborados y
cuidadosos, como los de los dedos de las manos y, en
general, de la porción distal de la extremidades.
28. Aunque su origen se había restringido al área motora de la
circunvolución precentral, ahora se le reconoce uno más amplio que
abarca zonas de las cortezas frontal y parietal vecinas a la fisura central.
En realidad, en la pirámide bulbar el fasciculo esta formado por mas de
un millón de fibras, de las cuales sólo las de mayor calibre, entre 11 y
20 µm y que suman aproximadamente 30.000. se originan en las
neuronas piramidales gigantes de Betz. El resto del fasciculo está
formado por fibras de pequeño calibre, entre 1 y 4 µm, que proceden
de las áreas adyacentes al faciculo gracifis de la corteza.
29.
30. Desde la corteza las fibras se dirigen hacia abajo para confluir en la capsula
interna, desde donde pasan al tallo cerebral, situándose primero en el pie
del pedunculo, luego en la porción basilar de la protuberancia y finalmente
en la parte anterior del bulbo, donde constituyen la pirámide del mismo
lado al de su origen a nivel del tercio inferior del bulbo y en la union bulbo-
medular, la mayoría de las fibras -entre un 70 y un 90 por ciento de ellas-
cruzan al lado opuesto en la llamada decusación de las pirámides para
ocupar, con el nombre de fascículo corticospinal lateral, la porción dorsal
del cordón lateral de la médula. adyacente al asta posterior y recubierta
superficial mente por el fasciculo espinocerebeloso dorsal (figura 9)
31.
32. En la región sacra, debido a que en esta región no son todavia
aparentes los fascículos espinocerebelosos.el fascículo corticospinal
queda en contacto con la superficie del cordón lateral. Las fibras
restantes de la pirámide que no se cruzan descienden por el cordón
anterior de la médula, en el flanco de la fisura me- dia, y configuran el
fascículo corticospinal anterior, ventral o directo.
33. Las fibras originadas en la zona cortical de representación motora
de los miembros superiores, que son aproximadamente la mitad de
las fibras del fascículo, terminan en la substancia gris de los
segmentos cervicales que comprenden de C4 a C8, mientras que las
originales en la zona de representación de los miembros inferiores
descienden hasta las regiones lumbar y sacra; esta es la razón por la
cual los fasciculos tienen un calibre mayor en las regiones
superiores (o rostrales).
34. Se ha observado también una organización topográfica dentro del
fasciculo; así, en la región cervical, las fibras correspondientes a los
miembros superiores son las mediales mientras que las portadoras de
estímulos para los miembros inferiores ocupan una posición lateral.
También se ha constatado que entre ambos componentes, lateral y medial,
descienden fibras portadoras de los estímulos voluntarios para la micción.
En el sitio de su terminación, las fibras del fascículo corticospinal anterior
también se cruzan para terminar en la substancia gris del lado opuesto al
de su origen, sin embargo, tanto en este fascículo como en el lateral se ha
descrito la existencia de fibras directas, es decir que terminan en la médula
espinal en el mismo lado en que se originan.
35. Se ha observado también una organización topográfica dentro del
fasciculo; así, en la región cervical, las fibras correspondientes a los
miembros superiores son las mediales mientras que las portadoras de
estímulos para los miembros inferiores ocupan una posición lateral.
También se ha constatado que entre ambos componentes, lateral y medial,
descienden fibras portadoras de los estímulos voluntarios para la micción.
En el sitio de su terminación, las fibras del fascículo corticospinal anterior
también se cruzan para terminar en la substancia gris del lado opuesto al
de su origen, sin embargo, tanto en este fascículo como en el lateral se ha
descrito la existencia de fibras directas, es decir que terminan en la médula
espinal en el mismo lado en que se originan.
36. Aunque las neuronas motoras del asta anterior (neuronas alfa) son
en última instancia las receptoras de los estímulos del fasciculo
corticospinal, por lo general las fibras de éste no hacen sinapsis
con dichas células, sino que terminan en contacto con las
neuronas internunciales de la substancia gris; a su vez, estas hacen
contacto con neuronas alfa a través de sus ramificaciones
múltiples, con lo cual los estímulos de una sola fibra del fasciculo
pueden distribuirse ampliamente, aún por varios segmentos
medulares.
37. 1.Las lesiones del fascículo
corticospinal lateral, o de la
corteza donde éste se origina,
se traducen en un
impedimento para ejecutar los
movimientos representados en
la zona cortical o en la zona del
fascículo lesionado,
dependiendo su gravedad de la
mayor o menor amplitud de la
lesión.
2. La destrucción completa o la sección del
fascículo en la cápsula interna o en el tallo
cerebral por encima de la decusación, ocasiona la
pérdida de los movimientos voluntarios de las
extremidades del lado opuesto del cuerpo
(conocida como hemiplejía).
3. La lesión del fascículo corticospinal lateral en la
médula espinal causa parálisis en las áreas del
cuerpo del mismo lado, por debajo del nivel de la
lesión. Por ejemplo, una lesión por encima de C4
resultará en hemiplejía en el mismo lado de la
lesión, mientras que una lesión por debajo de C8
causará principalmente parálisis en el miembro
inferior homolateral a la lesión (monoplejía).
38. Fascículos reticulospinales
La formación reticular del tallo cerebral constituye un
importante centro de coordinación e integración de
estímulos, tanto aferentes como eferentes, y de ella parten
fibras con una amplia distribución en todos los niveles del
sistema nervioso. Su contingente de fibras para la médula
espinal es abundante y a través de ellas influye en la
ejecución de los movimientos tanto voluntarios como reflejos,
bien sea facilitando o inhibiendo esa actividad.
Las fibras reticulospinales que tienen que ver con la actividad
muscular terminan en la substancia gris del asta anterior y, al
menos en parte, influyen en la actividad de la neurona
gamma, como se verá más adelante, y mientras que las fibras
de significación vegetativa terminan en contacto con células
de la columna intermediolateral.
39. Fascículos vestibulospinales
Una de las funciones más importantes del sistema motor, que se efectúa de
una manera involuntaria, es la de mantener el cuerpo en posición erecta y
adecuar la actividad muscular durante el movimiento para mantener el
equilibrio.
La posición bípeda contribuye en gran medida la activación de los músculos
extensores mediante reflejos que parten de los receptores musculares y
articulares, pero también en parte por medio de la función vestibular, que
percibe tanto la posición de la cabeza como su desplazamiento en cualquier
sentido del espacio.
40. Fascículo vestibulospinal lateral
Se origina en el núcleo vestibular lateral y desciende por la
porción superficial y ventral del cordón anterior, del mismo
lado de la médula hasta los niveles sacros de la misma. Sus
fibras intervienen en los movimientos de las extremidades, y
probablemente del tronco, que tienden a conservar el
equilibrio. Su destrucción determina desviación y aún caída
del individuo hacia el lado de la lesión.
41. Fasciculo vestibulospinal medial
Se origina en las neuronas de los núcleos vestibulares medial e inferior
del área acústica en la médula espinal se sitúan en la parte media del
cordón anterior y terminan en su región cervical, en contacto con las
neuronas que inervan los músculos encargados de controlar la
posición de la cabeza y del cuello, este fascículo establece el sustrato
anatómico para el control de la posición de la cabeza de acuerdo con
los estímulos laberínticos.
Se ha demostrado experimentalmente que las fibras de los fascículos vestibulospina
les, o al menos parte de ellas, hacen sinapsis con neuronas alfa del asta anterior e
intervienen en la determinación del tono (aumento) de los músculos que estas
neuronas inervan.
42. Fasciculos rubrospinales
En el hombre son poco notorios y se originan en los núcleos rojos de
mesencéfalo; sus fibras pasan de inmediato al lado opuesto en la llamada
decusación ventral del tegmento y en la médula se localizan en el
cordón lateral, en el hombre probablemente descienden sólo hasta la
región torácica de la médula.
La función del fascículo no está claramente establecida; tan sólo sabemos
que representa una vía final del llamado sistema extrapiramidal,
encargado ante todo de la coordinación de los movimientos.
43. Fascículos tectospinales
Están formados por fibras que se originan en las capas más profundas
del tubérculo cuadrigémino superior y que después pasan al lado
opuesto, cruzando por delante de la substancia gris periacueductal , en la
llamada decusación dorsal del tegmento .
El techo o tectum mesencefálico recibe fibras de la corteza visual y del
tracto óptico y sirve, por lo tanto, como un centro de coordinación entre
los centros visuales y los núcleos motores del tallo cerebral vinculados a
dicha vía.
En la médula espinal. A través del tectum, y de los fascículos en él
indicados, se median entonces movimientos reflejos de la cabeza, los ojos
y el miembro superior, como respuesta a estímulos luminosos.
44. Fascículos olivospinales
Están formados por fibras originadas en el complejo olivar inferior , pasan
de inmediato al lado opuesto y descienden hasta niveles cervicales de la
médula, en la superficie de la zona límite entre los cordones lateral y
anterior. También se han descrito en él numerosas fibras ascendentes
(espinolivares) que han sido interpretadas como una vía de coordinación
propioceptiva y motora entre el miembro superior y la cabeza.
45. Fascículo dorsolateral (ode Lissauer)
Está situado entre el ápex del asta dorsal y la superficie de la médula. Además
de los fascículos ascendentes y descendentes existe en la médula un abundante
sistema de fibras que interconectan los distintos segmentos medulares, estas
fibras, que se origina en la substancia gris de un segmento, ascienden o
descienden para terminar en otro segmento medular, más o menos alejado.
Este sistema de conexiones espinoespinales se localizan en inmediata aposición
con la substancia gris y se subdivide en fascículos propios para cada uno de los
cordones medulares.
Los fascículos propios median la actividad refleja intersegmentaria de la médula.