El documento establece metas para aumentar la oferta de educación inicial y potenciar su carácter educativo en Argentina. Las metas incluyen aumentar la participación de niños de 0 a 6 años en programas educativos y aumentar el porcentaje de educadores con titulación específica para educación inicial. También describe evidencia de los efectos positivos de las políticas de educación de la primera infancia en el desarrollo cognitivo y socioemocional de los niños.