2. Información General
¿Quién escribió Habacuc? Habacuc
¿Para quién fue escrito Habacuc? El pueblo de Judá y
sus futuras generaciones.
Habacuc tiene 3 capítulos, 56 versículos, y es uno de
los libros de los profetas menores del Antiguo
Testamento. A diferencia de otros libros proféticos, en
este libro el autor no se dirige al pueblo de Judá.
Fue escrito entre 640–609 b.c.
3. ¿De qué se trata Habacuc?
Habacuc es la historia de un hombre que al igual que
Job, mira la violencia y las injusticias que ocurren a su
alrededor y pregunta: “¿Dónde estás Dios?” (Habacuc
1:2).
En este punto de la historia de Israel, la nación estaba
dividida, y en Judá (el reino del sur) la ley había sido
rechazada o ignorada por completo, particularmente
por sus líderes.
4. Primer lamento (Habacuc 1:2-4) y
respuesta (1:5-11)
El primer lamento de Habacuc es una oración en la
cual el profeta le reclama a Dios por permitir que los
pecados de su nación —inmoralidad, injusticia, e
idolatría— quedaran sin castigo (Habacuc 1:4).
La ley, de acuerdo con Habacuc, es debilitada y la
justicia torcida (v. 4).
5. Sin embargo, las oraciones de Habacuc no quedan
sin respuesta. ¡Dios responde!, pero tal vez no con las
noticias que el profeta esperaba.
Él dice que ha visto la maldad de Israel, pero
también lo llama a mirar a las otras naciones.
Los asirios estaban disminuyendo en poder mientras
los caldeos, (una etnia particular de los babilonios)
crecían. Estos eran incluso más malvados y corruptos
que los israelitas, pero Dios afirma que los usaría
para castigar a Judá (Habacuc 1:6).
6. Segundo lamento (1:12-2:1)
y respuesta (2:2-20)
La pregunta del profeta es una pregunta común de hoy: ¿cómo
puede un Dios santo usar a personas o circunstancias (o en este
caso, naciones) pecaminosas para cumplir sus propósitos?
Afirma la santidad de Dios (v. 12), pero no entiende cómo
puede usar a una nación como la de los caldeos
Tan profunda es la aflicción de Habacuc que termina su
lamento diciendo que esperaría en su puesto de guardia
sobre la fortaleza de la ciudad para escuchar la respuesta
de Dios (2:1).
7. Nuevamente, Dios responde, esta vez asegurándole
que juzgará y castigará a todas las naciones por su
maldad en el tiempo indicado.
Dios continua recordándole que la maldad del mundo
nunca prosperará porque Él está orquestando todas
las cosas —hasta las injusticias del mundo— para
cumplir sus propósitos justos (Habacuc 2:3).
8. En cinco “ayes”, Dios describe por qué Babilonia será
juzgada y cualquier nación que sigue en sus pasos
también. Aunque no se sabe cuándo Dios llevará a
cabo este juicio, el llamado del justo es esperar con
paciencia y tener fe que Dios cumplirá sus promesas
(Habacuc 2:4).
9. Una oración (3:1-19)
Al considerar la magnitud del poder de Dios,
Habacuc recuerda con temor el juicio de Dios sobre
todas las naciones, ruega por la misericordia de su
propia nación (Habacuc 3:2), y finalmente concluye
con gozosa confianza en el Señor.
10. El libro en una oración
El justo por la fe vivirá, aun cuando no
entiende completamente el plan soberano de
Dios.