El sueño es un hábito importante tanto para niños como adultos que permite descansar y recargar energías. Los bebés al principio duermen de forma irregular satisfaciendo sus necesidades, pero a medida que crecen desarrollan rutinas como la siesta. Es importante crear un entorno propicio para el sueño y establecer una rutina de buenas noches que incluya afecto. De forma progresiva, los niños pueden aprender a dormir solos si se sienten seguros y queridos.
NaSerfeliz es una experiencia de transformación personal, que le permite a los nuevos padres traducir el amor que sienten por su bebé, en acciones concretas que lo harán nacer y ser feliz!
El sueño infantil cumple una función reguladora y reparadora en el organismo.
Es esencial para el control de la energía y la temperatura corporal.
El sueño reabastece y restaura los procesos corporales, que se han dañado durante el día.
NaSerfeliz es una experiencia de transformación personal, que le permite a los nuevos padres traducir el amor que sienten por su bebé, en acciones concretas que lo harán nacer y ser feliz!
El sueño infantil cumple una función reguladora y reparadora en el organismo.
Es esencial para el control de la energía y la temperatura corporal.
El sueño reabastece y restaura los procesos corporales, que se han dañado durante el día.
Una presentación con orientaciones para padres de niños de 0 a 3 años sobre el sueño.
Hacemos énfasis en nuestro papel como padres en el proceso de sueño infantil:
Acompañar el proceso de sueño
Generar seguridad y confianza
Marcar el ritmo y las pautas
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
1. El sueño, una rutina importante
Dormir bien significa descansar y reponer energías, significa desconectar del día,
cargar pilas, reconfortarse con uno mismo. Podemos decir que el sueño es uno de los
hábitos más importantes tanto para los pequeños como para los mayores.
Existen diferentes autores que hablan sobre la
importancia de un buen descanso, los más
conocidos son: el doctor Eduard Estivil, la psicóloga
Rosa Jové, el pediatra Carlos González… cada autor
recomienda una serie de pautas y propuestas para
conseguir que el niño se inicie en el hábito de
dormir de forma independiente. Algunas de estas
propuestas son totalmente diferentes entre ellas en
cuanto a método, pero como respuesta hacia ellas
sencillamente se trataría de adoptar la que más
acorde sea a nuestra forma de hacer.
Los niños no nacen con unos hábitos o rutinas establecidos, los van adquiriendo a
medida que van creciendo y van madurando, por ello no podemos pretender que
desde el primer momento aprendan a dormir separados de nosotros, principalmente
porque a nivel madurativo no están listos para descansar de una sola vez y sin
tenernos a su disposición.
Al principio durante los primeros meses el bebe regula sus ritmos de forma natural
realizando periodos de vigilia y sueño de forma desordenada, satisfaciendo de esta
forma en los periodos de vigilia sus necesidades prioritarias: comida, aseo y afecto.
A medida que el niño/a crece, va llenando el mundo de significación incorporando
nuevos tiempos y espacios para el descubrimiento, la observación, la interacción con
los demás… por suerte el sueño no prima frente a las ganas de permanecer despierto
para explorar.
El niño/a permanece despierto durante la mañana y duerme una siesta durante la
tarde, ello suele suceder sobre los 15 meses. El cuerpo, los ritmos biológicos y el
nivel de madurez que va alcanzando de forma progresiva, marcan el tiempo de
descanso, y este se autorregula conforme a sus necesidades.
Independientemente de todo ello, existen muchos niños a los que les cuesta dormir
en su cama, separados de mama y papa, algunos otros tienen costumbres adquiridas
que acompañan el momento del sueño, como la toma de un biberón, dormir con una
luz encendida, con un muñeco determinado… Algunas de estas costumbres ayudan al
niño a independizarse de papa y mama para emprender de forma autónoma el viaje
hacia el país de los sueños, pero otras empeoran y distorsionan la capacidad de
dormirse de forma independiente.
El momento del sueño debe resultar para el niño algo agradable, debe de palpar en
el ambiente una serie de indicios que le ayuden a relacionar el momento de dormir
como un acto placentero.
2. El niño será capaz de conciliar el sueño por el mismo, si previamente adaptamos el
clima, convirtiéndolo en idóneo para el sueño:
-Un entorno libre de estímulos (ruidos, luz, mala ventilación, demasiado calor o
frío…)
- Incorporar una rutina que ayude a que el pequeño comprenda que se termina el
día, lo más recomendable es contar un cuento o cantar una canción de buenas
noches. Esta es una manera de estrechar los lazos afectivos entre padres e hijos.
- Sentir que no se queda solo, que aunque papa y mama no estén en la misma
habitación, el niño no está solo. Debemos procurar arropar a los niños ofreciéndoles
muestras de nuestro afecto. Nos podemos despedir de ellos con un beso y frases que
demuestren nuestro amor incondicional de forma sencilla, clara y directa:
- “Buenas noches”, “espero que descanses”, “te quiero”, “hasta mañana”.
El hábito de dormir debe incorporarse de forma progresiva, procurando que el
momento de iniciación al sueño sea siempre de la misma manera.
Por nuestra parte, nosotros como adultos debemos facilitarles claves que ofrezcan
seguridad y confort para su descanso, intentando alejar las conductas disruptivas que
puedan surgir durante el proceso en el que el niño aprende a dormir solo.
Una forma de saber si la técnica que nosotros empleamos favorece o empeora la
autonomía de nuestro niño/a, es observar si después de habernos iniciado de forma
progresiva en la retirada de su zona de sueño, el dormitorio del niño, este sigue
llamando nuestra atención de forma reiterada, si ello es así deberíamos
replantearnos la situación y empezar otra vez, de forma distinta, adaptando y
corrigiendo nuestros posibles errores, sin presiones, poco a poco, con calma e ilusión.
Clara Lapeña Abadía. Maestra de educación infantil.