La técnica ELISA se basa en la detección de un antígeno inmovilizado sobre una fase sólida mediante anticuerpos que producen una reacción cuyo producto, como un colorante, puede medirse espectrofotométricamente. Los ensayos ELISA pueden ser directos, indirectos o de sándwich. Las generaciones posteriores de ensayos ELISA han mejorado la sensibilidad y especificidad para detectar VIH mediante el uso de proteínas y peptidos recombinantes y la detección de antígenos y anticuerpos.