Este documento discute la importancia de la cultura escrita en el aprendizaje de los niños. Resalta que la lectura y escritura deben ser actividades continuas que permitan a los niños interactuar y reconstruir conocimientos sobre temas que les interesan. También señala que la cultura escrita es cambiante y diferente entre generaciones, y que las nuevas tecnologías son extensiones de las antiguas formas de comunicación escrita.