Las enzimas se usan cada vez más en productos de limpieza industrial y doméstica para reemplazar compuestos sintéticos, minimizar el uso de agua y energía, y optimizar la eficiencia de los detergentes. Las enzimas producidas por bacterias y hongos cultivados en fermentadores degradan las manchas a bajas temperaturas, reduciendo el consumo de energía. Además, las enzimas son biodegradables y menos dañinas para el medio ambiente que los químicos sintéticos tradicionales