Este documento describe los beneficios de un estilo de familia recíproco y democrático. Este estilo fomenta la equidad, autonomía, igualdad de oportunidades y corresponsabilidad entre los miembros de la familia a través de una buena comunicación, compartir emociones y resolver conflictos de manera constructiva. Las consecuencias positivas incluyen que los hijos se sientan más felices, tengan mayor autoestima y sean más competentes socialmente.