El documento compara el absolutismo monárquico con los regímenes parlamentarios de Inglaterra y las Provincias Unidas. Explica que en Inglaterra el Parlamento impuso sus derechos sobre los reyes a través de la revolución contra Carlos I en 1649 y la destitución de Jacobo II en 1688. En las Provincias Unidas se estableció una república tras la dominación española, con cada provincia teniendo su propio Parlamento.