El documento habla sobre la importancia de educar a los niños en el reconocimiento y manejo de las emociones. Sugiere que los padres deben ponerse en el lugar del otro para evitar que los impulsos los dominen y deben ser cuidadosos con las palabras que usan con sus hijos y otros. Además, cita un versículo bíblico sobre la importancia de las palabras y asigna una tarea de ver y cantar una canción sobre las emociones con los hijos.