Un absceso perianal causa dolor intenso en la zona perianal, fiebre y escalofríos. Durante la exploración física se observa una tumefacción indurada, eritematosa y con fluctuación, indicando la presencia de material purulento. Si no se trata quirúrgicamente, puede evolucionar hacia una fístula que provoca dolor al defecar, irritación y supuración, o incluso gangrena si no se drena correctamente. El retraso en la intervención quirúrgica también puede causar complicaciones como de