La formación de una nueva vida comienza con la fertilización de un óvulo por un espermatozoide, dando lugar a un cigoto que se divide por mitosis. Los genes hereditarios determinan rasgos visibles mediante la herencia dominante o recesiva, aunque factores ambientales también influyen. Durante el desarrollo prenatal, ultrasonidos fetales monitorean el crecimiento y salud del feto, hasta que nace en la etapa del parto.