El documento describe el caso de un paciente de 75 años que sufrió una fractura subtrocántérea de fémur derecho después de tropezar. Fue tratado con un clavo intramedular largo, un tornillo cefálico y dos cerclajes, y a los cuatro meses y medio la fractura estaba consolidada, podía caminar con andador sin dolor de cadera y con buena movilidad de cadera.