El documento clasifica las fracturas según su estado de piel (cerradas o abiertas), su trazo (transversal, oblicua, etc.), su localización (epifisiarias, diafisiarias, metafisiarias), y el mecanismo de producción (traumatismo directo o indirecto). Explica los síntomas, el diagnóstico a través de exámenes físicos y radiografías, y las posibles complicaciones como hemorragia, infección o problemas derivados del reposo. Finalmente menciona el tratamiento de las fracturas.