Género en Disputa es el trabajo final de los estudiantes de la Universidad Tecnológica de Bolívar, Colombia. En el cual se podrán encontrar interesantes temas propios del feminismo y el género en Colombia y el mundo... mediante un recuento histórico y cultural que data de la antigüedad hasta la actualidad.
ENUNCIADOS CUESTIONARIO S9 GEOLOGIA Y MINERALOGIA - GENERAL.docx
Género en Disputa
1. SUJETOS DE SEXO, GÉNERO Y DESEO EN COLOMBIA
ANDRÉS CASTILLO – T00041566
ANDRÉS RODRÍGUEZ DÍAZ – T00041193
CÉSAR DAVID BARRIOS MORENO – T00041248
FABIO RAFAEL BARCELO REALES – T00035898
NICHOLAS FORD WOODWARD
INTRODUCCIÓN A LOS ESTUDIOS CULTURALES
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE BOLÍVAR
CARTAGENA DE INDIAS, NOVIEMBRE 30 DE 2016
2. "Yo sé bien que te he sido infiel pero en el hombre casi no se nota, pero es triste que lo haga
una mujer porque pierde valor y muchas cosas"
SUJETOS DE SEXO, GÉNERO Y DESEO EN COLOMBIA
FEMINISMO
El feminismo encuentra su definición genérica y normalizada como la agrupación de
diversos movimientos de carácter político, cultural, económico y social enfocados en la
liberación de la mujer, la reivindicación de sus derechos y el papel de la mujer en dichos
campos. Sin embargo, no queda claro quiénes son estas mujeres que dice representar el
feminismo en la definición enunciada anteriormente. En Colombia, por ejemplo, existen
tantos tipos de mujeres como mujeres existen en Colombia, es decir, por cada mujer hay
un contexto y una identidad propia que no puede pasar desapercibida. A lo que un
individuo crítico se hace la pregunta: ¿todas las mujeres hacen parte del feminismo?
Para responder a estas y otras importantes interrogantes Judith Butler en su libro “Género
en disputa” hace una fuerte crítica a la base de representación en la que se fundamenta
el feminismo contemporáneo donde muchas veces la figura política y la representación
del feminismo en sí mismo se presentan como dos elementos que se contradicen el uno
con el otro. La figura política busca limitar y va en contra de la premisa feminista de
representación de las “mujeres”, no obstante, la representación del feminismo precisa
de una figura política para encajar en los márgenes legales por lo que se hace necesario
hallar la manera de encontrar la armonía entre estos dos elementos sin que se opongan el
uno con el otro.
La situación aplica para cualquier contexto que, en el caso de Colombia, no es una
excepción. En la sociedad colombiana es posible evidenciar cómo la representación de la
mujer se ha visto diezmada a la mujer blanca, casada y trabajadora. Butler explica al
feminismo como la búsqueda de que el lenguaje presente a las mujeres de una manera
correcta brindándoles visibilidad, razón por la cual coloca en tela de juicio a las
“mujeres”, el sujeto de representación del feminismo. Esta forma de representación es
meramente discursiva, es decir, es la versión específica de una política de representación
que si bien, resulta problemática dadas las restricciones expresadas anteriormente. Según
Butler los sujetos políticos sólo pueden poner en acción prácticas excluyentes puesto que
hacen parte de estructuras de poder, vehículo por el cual las “mujeres” buscan su
emancipación, pero son estas mismas las que crean y limitan la categoría de mujer.
En este sentido surge un problema de carácter político definido en el marco de un
feminismo que coloca sólo a ciertas “mujeres” como su identidad común, limitándose y
al mismo tiempo yendo en contra de la premisa de emancipación y libertad que dice
profesar. No todas las mujeres están siendo representadas en el feminismo ¿Quiénes son
estas mujeres? La idea de que existe una base universal para el feminismo dentro de la
cual todas las mujeres son iguales obvia el contexto cultural donde se esté aplicando. No
es lo mismo hablar de la mujer colombiana negra y pobre que vive en un barrio marginal
a la mujer colombiana blanca y adinerada que vive en un barrio de alto estrato.
Adicionalmente la idea de un patriarcado universal que atañe a todos los tipos de
mujeres colombianas que existen en el país carece de sentido si consideramos un mundo
3. culturalmente heterogéneo: de ahí que surjan críticas a la teoría feminista que es
malmirada por colonizar y apropiarse de culturas no occidentales evaluándolas bajo
estándares occidentales de opresión.
“Género en disputa” finalmente propone la renovación del feminismo: debe ser mutable
y destruir la base de que la mujer es constante o única ya que existen muchas mujeres,
en diferentes contextos, de diversas formas, tamaños, colores, orígenes. Presentar el
feminismo como una teoría invariable es excluyente en sí misma, entonces proponer que
el sujeto de identidad feminista sean las “mujeres” no puede ser la base de la política
feminista si se suponen contextos diversos y es aquí donde entra en juego temáticas
relacionadas como la teoría queer que nuevamente traen a colación la pregunta sobre
qué es ser mujer, qué es el género y cómo se relaciona (o no) con la identidad. Si se realiza
una breve reflexión, para ser feminista sólo basta ser un alien, con todo el sentido
anglosajón de la palabra.
IDENTIDAD SEXUAL
Para hablar sobre la identidad sexual, es necesario decir que ésta consta de tres elementos
que son: identidad de género, orientación sexual y el rol de género, las cuales enlazadas
mediante concepciones culturales, tradicionales y científicas conforman la identidad
sexual de la persona. Hay que tener en cuenta que se pueden caer en falacias al tratar de
encontrar un verdadero significado o concepto de manera apresurada, ya que su
significación es bastante compleja.
La identidad de género
“La identidad que recoge los imperativos sobre el ser hombre o mujer, es un proceso
complejo que involucra factores biológicos, sociales, culturales y psicológicos. Existen
diferentes modelos que pretende conceptualizar la manera en la cual desde la infancia las
personas desarrollan un sentido personal de sí mismo, empero, existen algunas
dificultades en torno a la conceptuación de este término y en gran medida dichas
aproximaciones sólo enfatizan un aspecto particular del desarrollo de la identidad de
género dejando de lado su complejidad y multifactorialidad”. Si bien, se entiende la
identidad como el conjunto de elementos que nos permiten diferenciarnos de otros la
identidad de género no está muy alejada de ese fin.
La orientación sexual
“El comportamiento sexual humano, la identidad de género y la identidad sexual son
términos relacionados con la orientación sexual, ya que psicológicamente conforman la
percepción sexual en una persona. La preferencia sexual sugiere un grado de elección,
que determina la vida sexual de una persona al establecer un género como objeto de deseo.
La concordancia o discordancia se refiere a la relación o similaridad entre preferencia
sexual y la orientación sexual”.
Rol de género
El rol de género es concebido como el conjunto de leyes y normas que se establecen en
una cultura o sociedad y que de manera estricta se deben seguir por varias generaciones
haciendo distinción específica y especial de los varones como seres fuertes y de las
mujeres como delicadas y hogareñas. Ejemplos del rol de genero pueden ser: “los niños
4. solo juegan con carros y balones”, mientras que “las niñas solo juegan con muñecas y
jueguitos de cocina”, así avanza el juego de roles hasta llegar a la propia deshumanización
del ser humano y de la limitación de la libertad.
En nuestra cultura costeña el rol de género que adoptan los hombres y que se les ha
impuesto es en la mayoría de los casos es el de “ser bien macho” y no lanzar expresiones
que sean propias de “maricas”, porque si algo tienen los costeños son “huevos”… ¡Qué
asco!, ni para decir que tuvieran tres…
GÉNERO
El término género se ha vuelto controvertido en tiempos recientes, sobre todo con el
reconocimiento de las comunidades LGBTI, y con diversos debates acerca de la
educación sexual que se lleva a cabo en las escuelas del país.
¿Qué se puede definir como género?
Simone de Beauvoir usaba el termino genero para referirse a las construcciones sociales
y culturales con respecto a los roles correspondientes al sexo masculino y femenino
respectivamente.
De igual forma, Butler también aborda el término género desde una perspectiva
constructivista.
En un principio, el uso del término género se usó para aludir a las características que,
dependiendo de algunos autores, van ligadas directamente al sexo con que se nace, por lo
que en un principio solía verse como dos conceptos completamente relacionados y en
ocasiones totalmente idénticos.
Asumiendo el género como una especie de constructivismo social, se abordará el uso de
este término a lo largo de la historia, y cómo ha evolucionado la definición de este, además
de como las construcciones sociales de este varían de cultura en cultura.
Desde la antigüedad, las diferenciaciones de roles entre hombres y mujeres han seguido
patrones comunes en la mayoría de culturas alrededor del mundo, tomando por ejemplo,
el hecho de que las tareas más peligrosas, como la cacería, eran actividades
eminentemente masculinas, mientras que a la mujer le era reservada la crianza y las
actividades de recolección. En algunas sociedades aborígenes modernas o seminómadas,
aún se conservan estos patrones, como lo es el caso de los aborígenes australianos.
Durante la Edad Antigua, se configuran sociedades patriarcales, las cuales empiezan a
surgir de forma más prominente en Oriente Próximo.
El auge y expansión de las religiones semíticas (judaísmo, cristianismo e islam) configura
el carácter social de la gran parte del mundo conocido, en donde se dejan definidos los
roles que deben ocupar tanto los hombres como las mujeres, relegando a estas a un
segundo plano, sobre todo al hecho de dictaminar su lugar de desarrollo en el hogar.
Sin embargo, la exclusión de las mujeres dentro del plano social no era nuevo, pues
durante la Grecia Antigua y la Antigua Roma las mujeres tenían privado el derecho a la
participación pública y a la toma de decisiones.
5. Después de los procesos de Ilustración, y la apertura hacia otras corrientes de
pensamiento, surgen los primeros movimientos feministas, que buscan igualdad de
condiciones, por lo que algunas funciones tales como el derecho al voto, dejan de verse
como derechos exclusivamente masculinos, por lo que estos acontecimientos empiezan a
fraguar años más tarde las ideas de equidad de género, entendidas como la igualdad de
condiciones y oportunidades para hombres y mujeres.
En diversas sociedades alrededor del mundo, el termino <<género>> es mucho más
complejo, en cuanto a roles determinados como construcción social se refiere.
Un ejemplo de ello son los denominados “fa´afafine” de Samoa, quienes sexualmente
hablando son hombres, pero genéricamente se les crió como mujeres, y los cuales suelen
desempeñar roles que en Occidente se tienden a considerar femeninos. Contrario a lo que
se vive con las personas transgénico en las sociedades de influencia abrahámica, los
fa´afafine son personas con el mismo nivel de respeto y de oportunidades, y comúnmente
se ha encasillado a estos hombres dentro de un “tercer género”, entendiéndose como un
hibrido entre el género masculino y el género femenino, de acuerdo a la concepción
tradicional que se tiene del término.
En Colombia, el asunto del género se ha vuelto muy polémico, debido a la oposición de
los grupos ultraderechistas y los sectores religiosos, a lo que ellos consideran ideología
de género, considerando que la imposición de vías alternativas y de condiciones sexuales
alternas, y tradicionalmente marginadas, es antimoral y arbitrario.
Con respecto a este tema, la intención es incluir, de forma progresiva, a las minorías
sexuales, que históricamente has sido discriminada.
En cuanto a género como construcción social, Colombia ha sido tradicionalmente una
sociedad patriarcal, y ha habido trabajos y derechos que tradicionalmente han sido
ejercidos por hombres, pero que en últimos años han sido reconocidos de igual manera
para las mujeres, sobre todo después de la Constitución de 1991.
LENGUAJE, PODER Y ESTRATEGIAS DE DESPLAZAMIENTO.
Sexo y género.
De acuerdo con Beauvoir, las mujeres son la carencia fundamental ante las cuales
los hombres instituyen su identidad.
Irigaray afirma que esta dialéctica hace parte de una “economía significante”, que excluye
la representación de las mujeres como colectivo al servirse del lenguaje falogocéntrico.
Para Monique Wittig esta idea es ambigua. Por un lado, Wittig parece refutar la metafísica
de la sustancia, pero, por el otro, mantiene al sujeto humano, el individuo, como el sitio
metafísico donde se sitúa la capacidad de acción. Para Wittig, el lenguaje es un
instrumento o herramienta que en ningún caso es misógino en su articulación, sino en su
función.
Estrategias de desplazamiento.
6. Butler culmina insistiendo en el desplazamiento como estrategia metonímica, para
cambiar la conexión, la combinación y la contigüidad de los discursos que alimentan el
lenguaje y el poder.
BIBLIOGRAFÍA
Butler, J. (2007). El género en disputa. Barcelona: Paidós.
Ortega, M. (s.f.). Universidad Centroamericana José Simeón Cañas. Obtenido de
http://www.uca.edu.sv/revistarealidad/archivo/4e04acf654977historiaygenero.pdf
Tan, Y. (1 de septiembre de 2016). BBC News. Obtenido de
http://www.bbc.com/news/world-asia-37227803