Este documento describe los diferentes tipos de grasas, incluyendo grasas saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas. Explica que las grasas son necesarias para el buen funcionamiento del cuerpo pero que es importante diferenciar entre los tipos. Las grasas saturadas se encuentran principalmente en alimentos de origen animal y son menos saludables, mientras que las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas se encuentran en aceites vegetales y son más beneficiosas.
1. Diferentes tipos de grasa. La importancia
de saber diferenciarla
Cuando escuchamos la palabra grasa solemos echarnos las manos a la cabeza y pensar
que es algo totalmente perjudicial para el organismo cuando realmente no es así.
Existen diferentes tipos de grasas y debemos saber diferenciarlas y tenerlas en cuenta,
ya que son necesarias para el buen funcionamiento del organismo, pues aunque no lo
creamos, la grasa es parte de nosotros y sin ella nuestra salud puede empeorar.
La grasa es un componente que el organismo necesita, ya que los lípidos y los ácidos
grasos son necesarios para el buen funcionamiento celular. Pero una cosa no debemos
pasar por alto, y es que existen diferentes tipos que debemos conocer, ya que no todos
son beneficiosos para el organismo. Por ello desde VItónica vamos a ver los diferentes
tipos de grasa que existen para conocer las cualidades de cada uno de ellos.
A las grasas se las puede diferenciar en dos grupos, grasas saturadas y las insaturadas
o aceites. Todas ellas se encuentran en los alimentos, y son las que consumimos más
habitualmente en la dieta, pero es importante que sepamos las características de cada
tipo, ya que no es lo mismo una clase que otra, a pesar de englobarse todas dentro del
denominativo grasa, pues los efectos que tienen en el organismo varían mucho.
Las grasas saturadas son un tipo de lípidos que se encuentra fundamentalmente en los
alimentos de origen animal como la carne y derivados. Además podemos apreciar su
presencia en dos tipos de aceite, el de coco y el de palma. Es el tipo de grasa
considerada como maldita, ya que es un tipo de grasa ya procesada que el organismo no
tiene la cualidad de transformar, sino que tiende a acumular acabando por obstruir las
arterias y generando problemas en el sistema circulatorio. Sí que es cierto que en
muchos alimentos se utilizan este tipo de grasas por su alto sabor y su poder saciante,
pero no es nada recomendable para mantener una buena salud.
2. Dentro de la grasa insaturada podemos encontrar varios tipos. Por un lado tenemos las
grasas monoinsaturadas presentes en el aceite de oliva. Su principal componente es el
ácido oleico y es un tipo de grasa beneficiosa para el organismo, ya que nos ayuda a
eliminar las grasas malas y a controlar los niveles de colesterol en sangre, mejorando de
esta manera la salud de las arterias y fomentando una buena circulación sanguínea.
Por otro lado dentro de las insaturadas tenemos las grasas poliinsaturadas que son
beneficiosas para el organismo, pero se oxidan con más facilidad que el resto
expulsando una serie de sustancias tóxicas que son las causantes de numerosas
enfermedades. Pero a pesar de esto, es un buen tipo de grasa, ya que sus beneficios son
mayores que los perjuicios que pueden llegar a causar.
No debemos olvidar los aceites esenciales para el organismo como el linoleico que se
encuentra en aceites de semillas como el girasol, el germen de trigo, el maíz, la soja…
Es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Por el contrario el aceite
linolénico está presente en otros aceites como el de soja, y es a partir de este de donde
se forman los ácidos grasos omega-3 necesarios para el correcto funcionamiento del
sistema cardiovascular.
Hay que destacar que el omega-3 es un tipo de grasa esencial para un buen
funcionamiento del organismo, y por lo tanto debemos saber que está presente en los
pescados exclusivamente, lo que los convierte en un alimento necesario para mantener
una buena salud.
La importancia de las grasas saludables
en la dieta deportiva
3. La grasa, una palabra que a muchos les da repelús solo con escucharla, y es que es uno
de los principales enemigos a la hora de conseguir una buena salud y una correcta forma
física. En infinidad de ocasiones hemos destacado en Vitónica la importancia de
consumir grasas saludables para lograr que el organismo marche bien. A pesar de esto
son muchas las personas que siguen dejando de lado las grasas en su dieta, sin saber que
son totalmente necesarias y que el cuerpo las necesita, y más aún cuando
practicamos deporte.
En lo referente a las grasas existen diferentes catalogaciones y tipos, ya que debemos
diferenciar entre las saturadas, las insaturadas y las poliinsaturadas. Las saturadas
son las que debemos evitar, pero el resto son necesarias para un correcto
funcionamiento celular, y es que son una importante fuerte de energía junto al
glucógeno, que es la forma más rápida que el cuerpo tiene de obtener la fuerza necesaria
para hacer frente a la actividad.
El proceso de obtención de energía tiene varias fases, y es que lo primero que se
consume es el glucógeno, y después se echa mano de las grasas que consumimos. Es
importante que tengamos unos niveles adecuados de grasa para evitar que se
consuman los tejidos musculares para obtener energía. Este es el principal problema
a la hora de dejar de lado la grasa, y es que al practicar actividad física el organismo
requiere mucha energía y la obtiene de las reservas que acumula. Si no existen sucede
algo que no queremos nadie, y que es la pérdida de masa muscular.
Si llegamos a esta situación conseguiremos un estado de fatiga crónica, y es que al
faltarnos la grasa el organismo no tendrá de donde obtener la energía, ya que los tejidos
no se consumen con tanta rapidez ni se transforman en energía de inmediato. Esa
situación nos impedirá realizar una correcta actividad física, pues nos hace permanecer
durante mucho tiempo bajos de energía y sin ganas de afrontar una rutina de
entrenamiento.
Para solucionar esto es necesario que ingiramos grasas en nuestra alimentación,
pero, eso sí, tienen que ser saludables, para ello debemos dejar de lado los ácidos
grasos saturados que no podemos utilizar y que se acumulan en el organismo
empeorando nuestra salud a varios niveles, pues significa un empeoramiento del sistema
circulatorio además de empeorar nuestro aspecto físico. Si por el contrario echamos
mano de grasas más saludables el cuerpo las transformará y aprovechará para mejorar
su estado