El documento discute cómo el lenguaje puede usarse para abordar la vulnerabilidad de los niños y ayudarlos a imaginar un futuro mejor para su país. Propone que a través del desarrollo de habilidades comunicativas como hablar, escuchar, leer y escribir, los niños pueden comenzar a construir el país que siempre han querido. También examina cómo el lenguaje captura nuestra comprensión del mundo y cómo podemos usarlo para analizar y transformar la realidad.