La resiliencia se refiere a la capacidad de adaptarse de manera positiva ante la adversidad o el estrés. Implica procesos conductuales, emocionales, cognitivos e interpersonales que permiten enfrentar pérdidas, cambios estresantes o crisis y salir fortalecido de ellos. Los atributos clave de la resiliencia incluyen la creatividad, las relaciones sólidas, la autonomía, los límites claros y modelos resilientes a seguir.