El documento resume el desarrollo del humanismo pedagógico en Francia. Menciona que llegó más tarde que a Italia debido a conflictos como la Guerra de los Cien Años. Explica que Francisco I creó institutos para enseñar griego, latín y otras materias con más libertad. Destaca a Francisco Rabelais y Miguel de Montaigne como representantes que criticaron la educación formalista de su época y favorecieron métodos más prácticos y basados en la observación directa.