Según Piaget, el conocimiento no es absorbido pasivamente ni proviene solo del desarrollo, sino que es construido activamente por el niño a través de la interacción entre sus estructuras mentales y el ambiente. Este proceso de construcción del conocimiento implica la reestructuración de esquemas a través de la asimilación, acomodación y equilibración ante situaciones nuevas. El niño alcanza niveles superiores de entendimiento a medida que resuelve conflictos cognitivos de manera autónoma.