1. INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS

4. El objeto de la interpretación de un contrato es la expresión de voluntad.

5. La problemática de la interpretación se traslada al ámbito judicial, es decir, es un juez quien tendrá la última palabra, considerando los preceptos legales aplicables.IDEAS GENERALES Conocida claramente la intención de los contratantes, debe de estarse a ella más que lo literal de las palabras. Art. 1431 C.C.

7. Básicamente se observan dos corrientes de interpretación: OBJETIVA SUBJETIVA IDEAS GENERALES El que propone analizar el texto del contrato considerando la voluntad declarada por las partes (literalidad) El que propone analizar el texto del contrato considerando la voluntad real y común de las partes .

9. Las cláusulas de un contrato se interpretarán unas por otras, dándose a cada una el sentido que mejor convenga al contrato en su totalidad.

10. Podrá CONSIDERARSE una interpretación considerando las cláusulas de otro contrato suscrito entre las mismas partes y sobre la misma materia. Art. 1435 C.C.

11. Cuando en un contrato se hace REFERENCIA a un caso concreto para explicar la obligación, la misma no se entenderá restringida al mismo, pretendiendo excluir otros a que naturalmente se extienda. Art. 1436 C.C. REGLAS BÁSICAS DE INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS

13. Las cláusulas equívocas o ambiguas deben interpretarse por medio de los términos claros y precisos empleados en otra parte del mismo escrito.

14. En caso de no poder aplicar otras reglas de interpretación a las cláusulas ambiguas, será en beneficio del deudor (FAVOR DEBITORIS), pero aquellas dictadas unilateralmente por una de las partes se aplicará en su contra, siempre que exista de una falta de explicación a la se encontraba obligado (INTERPRETATIO CONTRA STIPULATOR ) . Art. 1437 C.C. ¿ Que sucede cuando hay cláusulas ambiguas ?

16. Todos los hechos posteriores al contrato, que tengan relación con lo que se discute, servirán para explicar la intención de las partes al tiempo de celebrar el mismo. La TEORIA DE LA IMPREVISIÓN, también aplica para los contratos, en caso que, por cambios radicales en las condiciones económicas generales, la satisfacción del contrato se le haga en exceso gravosa, y deban ajustarse las condiciones del contrato para que se asemejen a lo que las partes tuvieron en mente originalmente.