El documento describe la intoxicación por cloroformo, un líquido incoloro y volátil que se usó históricamente como anestésico y insecticida. El cloroformo puede absorberse por inhalación, ingestión o contacto dérmico y es extremadamente tóxico, pudiendo causar la muerte con sólo 10 ml ingeridos. Las exposiciones a concentraciones entre 10000-15000 ppm actúan como anestésico, mientras que exposiciones superiores a 25000 ppm durante 5 minutos son letales y pueden causar paro respiratorio.