La biotecnología agrícola se utiliza en Guatemala a través de la nueva variedad de frijol ICTA SuperchivaACM, desarrollada por mejoramiento genético convencional. Esta variedad biofortificada se adapta a las localidades del Altiplano medio de Guatemala y tiene un alto rendimiento y tolerancia a enfermedades. Fue introducida en 2014 y ha beneficiado a 30 agricultores a través de capacitación brindada por el ICTA.