Louis Pasteur descubrió en 1848 que los cristales de ácido tartárico existían en dos formas distintas que eran imágenes especulares una de la otra. Al separar y disolver cada forma, encontró que una desviaba la luz polarizada hacia la derecha mientras que la otra lo hacía hacia la izquierda. Esto lo llevó a proponer que las moléculas de cada forma eran también imágenes especulares, teniendo la misma composición química pero diferente ordenamiento espacial de los átomos. Esto introdujo el concepto