El terremoto y tsunami en Japón han causado grandes daños económicos estimados en 200 mil millones de dólares. La crisis nuclear en la planta de Fukushima continúa empeorando a medida que funcionarios intentan evitar una fusión nuclear. Mientras tanto, los economistas evalúan los daños a la infraestructura, producción y consumo causados por el desastre.
1. Tokio.- El devastador terremoto de Japón y la profundización de la crisis nuclear podría
generar pérdidas de 200 mil millones de dólares en la tercera mayor economía del mundo,
pero el impacto global es difícil de evaluar pocos días, después de que un gran tsunami
arrasara la costa noreste del país.
Mientras funcionarios japoneses
intentaban evitar una catastrófica fusión
en una planta nuclear que se encuentra
240 kilómetros al norte de la capital,
Tokio, los economistas evaluaban los
daños a edificios, a la producción y a la
actividad de los consumidores.
Terremoto en Japón: cómo evoluciona la crisis nuclear en
Fukushima
La planta tiene afectados cuatro de sus 6 reactores, aunque la empresa administradora tiene
como prioridad abordar la situación en el número 3, donde podría haber daños a la
estructura de contención
Las secuelas del terremoto ocurrido el viernes pasado en
Japón todavía afectan a buena parte de la planta nuclear
Fukushima I, ubicada 300 kilómetros al norte de Tokio,
sobre la costa este de la isla. Desde el sismo y el posterior
tsunami que provocó, cuatro de los seis reactores de la
central se encuentran afectados por el sobrecalentamiento y
la radiación en el aire.
Finalmente, el reactor 1 tiene afectado el 70% de las varillas
de combustible. En este caso, las autoridades indican que es posible que haya ocurrido una
fusión parcial en el interior del núcleo a partir de una explosión de hidrógeno acontecida el
sábado. Allí se trabaja con agua de mar para bajar la temperatura y se calcula que las
estructuras de contención están en condiciones de impedir que haya filtraciones exterior.
¡Cuántos muertos!
Nos tienen hechos un lío, un rato sí y otro rato no. Hoy me van a permitir que haga este Ojo
Izquierdo monográfico y me quede con la terrible catástrofe de Japón, que la situación lo
amerita. Llevamos un par de días que les informo de las razones que aportan los pronucleares
para el mantenimiento de las centrales, pero es de apreciar que se produce un curioso efecto
de vasos comunicantes. Cuánto más peligrosa se pone la situación en Fukushima, más
solemnemente desvergonzadas aparecen las encendidas defensas de la energía nuclear de estos
amigos nuestros, tan rabiosos que pierden el oremus. Alguno, ya verán al final, es que lo traía
perdido de fábrica.
2. Les demostraremos, además, cómo ser físico nuclear no habilita para
jugar bien al dominó. Y a nada, si a eso vamos.
La Razón: “¿Apocalipsis ahora?” Sumarios: “Bruselas calificó ayer
la situación de ‘apocalíptica’ por el estado de la central de
Fukushima, cuando ya se calculan en 10.000 las víctimas por los
efectos del tsunami”. Pues nada, que si en portada dicen eso, en
editoriales dicen lo otro: “Como era de esperar, los prejuicios de la
izquierda trasnochada contra las centrales han aparecido para
agitar su eterna campaña y pescar enrío revuelto. Las ventajas de la
energía atómica son hoy las mismas que hasta hace una semana,
aunque sus inconvenientes deban ser revisados tras el accidente de
Fukushima. Negar hoy que es barata, limpia y fiable sólo podría
hacerse desde posiciones sectarias y demagógicas, pero nunca
sustentadas en criterios técnicos y en la experiencia, que es lo que
debería prevalecer”. ¿La Unión Europea es de izquierdas y está
trasnochada? ¿Y quién ha dicho que la situación es apocalíptica? ¿Y
que el accidente es del grado 6 también lo ha dicho el izquierdista
trasnochado que preside el equivalente francés del Consejo de
Energía Nuclear?Embajadora de Colombia en Japón preocupada por
alerta de nuevo terremoto
Energía Nuclear?Embajadora de Colombia en Japón preocupada por
alerta de nuevo terremoto
Reflexion del tsunami
El gran terremoto del Japón y el tsunami que produjo han copado la atención pública en la última
semana. Los medios de comunicación y las redes sociales nos han permitido examinar, una y otra
vez, cada una de las imágenes de las enormes olas entrando a la costa japonesa y destruyendo
ciudades y campos.
Es muy pronto para sacar conclusiones sobre esta gran tragedia, pero podemos definir ciertos
aspectos que están en la conciencia pública y que deberán ser motivo de reflexión más profunda en
el futuro.
Lo primero: la furia de la naturaleza mata, pero con gran ayuda de la pobreza. El Japón es un país
desarrollado, que ha sufrido miles de muertos –y cada día serán más- por el embate de las olas. Sin
embargo ninguna comparación es válida con lo que sucedió y sigue sucediendo en Haití, donde la
pobreza ayudó al terremoto a cobrarse 200.000 víctimas. Hoy lo sigue haciendo el cólera. El pueblo
japonés ha tenido la gran ventaja, proveniente de su propio trabajo, de protegerse del cataclismo
hasta donde le fue posible, lo que supuso la disminución del número de víctimas.
Segundo: el hombre es capaz de inventos que le han llevado de la era de las cavernas a los viajes
3. espaciales. Quienes han visto “2001:Odisea del espacio”, de Stanley Kubrick, recuerdan las
primeras escenas del troglodita que mira hacia las estrellas para descubrir el paso de una nave
espacial. Sin embargo esos inventos pueden traer implícitos los riesgos más graves, como sucede
con las centrales nucleares de Fukushima. ¿Vale ese riesgo el desarrollo económico?
Tercero: cada vez más este mundo se encuentra vinculado en un sistema económico global. La gran
matanza de Libia eleva el precio del petróleo, que produce como efecto colateral que el Estado
ecuatoriano reciba más dinero. La destrucción del Japón ya está trayendo efectos económicos, que
afectan las importaciones y las exportaciones de muchos países, incluido el nuestro. Su
reconstrucción supondrá también reformas en las políticas monetarias mundiales.