Este artículo discute cómo el concepto de "estilo de vida" a menudo oculta las verdaderas causas de las enfermedades crónicas y promueve un enfoque individualista en lugar de contextual. Señala que los hábitos de salud se ven influenciados por factores culturales y sociales más que solo por decisiones individuales. También argumenta que abordar problemas de salud requiere contextualizarlos, personalizarlos y respetar los valores de las personas involucradas.