1. CURSO – TALLER INTERNACIONAL
“CULTURA Y EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO INTERCULTURAL”
LA INTERCULTURALIDAD COMO RESPUESTA A LA DIVERSIDAD
Participante: ELISEO SANTIAGO ALVARADO CAUSHI.
INTRODUCCIÓN
Durante décadas, la posibilidad de construir una nación única y homogénea, ha sido la
preocupación de muchos historiadores y políticos más conservadores, para cuyo fin no han dudado,
en negar y excluir a las poblaciones indígenas, considerándolos inclusive como el principal
problema del subdesarrollo. Sin embargo, el problema va mucho más allá del antagonismo racial,
cultural, social y económico, que ha confrontado durante siglos a una clase minoritaria dominante
con una clase mayoritaria, excluida y marginada, desde la colonia y hasta gran parte del sistema
republicano. En esta perspectiva, la diversidad peruana nunca ha sido asumida como una posibilidad
de desarrollo nacional, sino hasta casi a inicios del presente siglo, en el que, tanto la comunidad
académica como las esferas políticas, han ido incorporando, aunque muy superficialmente, el tema
de la diversidad y el reconocimiento de los derechos indígenas, como parte de la agenda nacional
para el desarrollo socio económico, político y cultural. Ante esta necesidad, surge la
interculturalidad como una alternativa que encauce el diálogo y el reconocimiento muto entre las
culturas a partir del auto-reconocimiento, es una posibilidad de reconstruir la modernidad y el
concepto de progreso, desde una perspectiva más humana, equitativa, justa y ecológica.
BREVE VISIÓN RETROSPECTIVA DE LA DIVERSIDAD PERUANA.
La diversidad cultural de nuestra sociedad, se remonta al periodo arcaico, cuando se
establecen los primeros grupos sedentarios en las zonas alto andinas, en los valles costeros y en la
Amazonía. Estos grupos sedentarios van desarrollando progresivamente sus propios modos de vivir,
de crear y de relacionarse con la naturaleza, dando origen a los primeros asentamientos dedicados a
la agricultura, la domesticación de animales y una artesanía incipiente.
Posteriormente, en el periodo formativo, se construyen las primeras aldeas agrícolas y se
establecen derechos de propiedad sobre terrenos y cultivos, la población crece y se dictan las
primeras normas de conducta, surge el Estado, donde se dan las primeras diferenciaciones
jerárquicas y surge la clase dirigente. Aparece, además, la especialización laboral (unos cosechan,
otros construyen, etc.), aparece el comercio, y se amplía a otros lugares. Con ello se producen
intercambios culturales que van configurando culturas y sociedades cada vez organizadas y
complejas, como Caral, Chavín, Paracas, entre otras. Más tarde, con el surgimiento de los primeros
imperios como Tiwanaku y Wari, se inicia un proceso de homogenización cultural y estatal del
Mundo Andino, donde se desarrollan y definen los rasgos más importantes de la cosmovisión, la

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ciencia y la tecnología andina, así como la oficialización de las lenguas locales. Tras el colapso de
estas organizaciones, entre los siglos XI y XII, se produce un estancamiento del progreso
tecnológico y las identidades culturales subsecuentes se limitan a perfeccionar aspectos específicos
de este período; dando origen a los Estados o Señoríos Regionales, que dieron paso a un período de
regionalismos más evidentes en lo político-administrativo, generándose identidades bien definidas
de desarrollo regional, como las de Lambayeque y Chimú al norte del Perú, los señoríos aymaras del
altiplano y la Cultura Arica al sur y Chachapoyas en la Amazonía; así como Huaylas y Conchucos
en territorios que actualmente pertenecen a Ancash.
Con la aparición, desarrollo y apogeo del Imperio Inca, entre los siglos XII y XVI, muchos de
estos reinos regionales de las zonas andino-amazónicas, fueron absorbidos y pasaron a formar parte
del imperio más poderoso de Sudamérica. Sin embargo, este nuevo Estado Inca, logró la
generalización del nuevo orden político, social, administrativo y religioso, así como el uso de una
lengua oficial (Runa Simi), en todo el imperio, preservando y alentando la vigencia de las culturas
específicas de los ayllus o pueblos conquistados; otorgándoles incluso, cierta autonomía
administrativa a los estados aliados.
Posteriormente, con la llegada de los españoles y la decadencia de la nación Inca, se
reconfiguró el contexto cultural, sin dejar de ser diverso y múltiple, dando paso a un proceso de
mestizaje biológico y cultural, con la presencia de tres grupos culturales claramente diferenciados: la
indígena, el europeo y africano; los cuales, desde su particularidad, fueron generando una simbiosis
cultural, que definió el proceso de mestizaje. El proceso de “conquista” y colonización, dio un giro
traumático hacia la exclusión, marginación y explotación de la clase indígena mayoritaria por parte
de un puñado de extranjeros europeos. Después de siglos de dominación española, con la
declaración de las repúblicas independientes, la diversidad sociocultural de la sociedad peruana e
iberoamericana se profundizó con mayor celeridad, debido a consecutivos procesos de migración
interna y externa, hasta llegar a configurar un verdadero mosaico de lenguas y culturas que
coexisten, hoy en día, en nuestro espacio peruano. Donde, según estudios lingüísticos, existen al
menos 44 lenguas indígenas y 6 extranjeras, además del castellano. Otras investigaciones, como las
de Pedro Beltrán, dan cuenta de al menos 85 idiomas hablados en nuestro país.
En este contexto, ante las paradojas y la decadencia de una sociedad mundial
homogeneizadora, globalizadora y consumista, surge la esperanza de reconstruir las culturas y las
identidades particulares, que han sabido construir y mantener conocimientos que constituyen una
alternativa para lograr un desarrollo sostenible y armonioso entre el hombre con su especie y con su

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ecosistema. Entonces, surge la imperiosa necesidad de construir una sociedad peruana democrática,
justa, equitativa e inclusiva; que supere las brechas históricas de exclusión, marginación y negación
de lo diverso, de lo andino y de lo propio; hacia una ciudadanía étnica, regional, nacional y mundial
respetuosa y responsable. Es en este momento histórico, donde surge la interculturalidad, como
posibilidad teórico práctica, para construir esta nueva sociedad.
La interculturalidad es un concepto que define la relación dialógica y horizontal entre culturas,
en condiciones de equidad e igualdad. Es un proceso dinámico y permanente de relación,
comunicación y aprendizaje entre culturas diferentes que coexisten en un tiempo y espacio histórico,
intercambiando sus formas de concebir el mundo, conocimientos, valores y tradiciones, orientadas a
generar el respeto y el enriquecimiento mutuo que aumente las posibilidades de desarrollo de las
capacidades de los individuos por sobre sus diferencias culturales y sociales.
A MANERA DE CONCLUSIÓN.
La interculturalidad implica el reconocimiento de la diversidad sociocultural como una riqueza
y como una oportunidad para facilitar la integración nacional. Supone también, un cambio de
actitudes personales y colectivas hacia el reconocimiento y respeto de las diferencias, evitando
exclusiones y marginalidades de cualquier índole. Significa superar, por un lado los egocentrismos,
etnocentrismos y chauvinismos de los grupos minoritarios o excluidos, que conllevarían a una
entropíai cultural; y por otro, transformar el sistema hegemónico de las culturas “dominantes” hacia
sistemas más abiertos orientados al reconocimiento, valoración y respeto de la diversidad cultural,
lingüística y étnica, poniendo énfasis en los conocimientos, saberes, tecnologías y prácticas
socioculturales no reconocidas como universales, pero que por su relevancia merecen su difusión y
práctica como parte de la cultura global. Implica, también incorporar la biodiversidad como fuente
de desarrollo local, regional, nacional y mundial y en consecuencia, asume la responsabilidad de
promover su conservación y su aprovechamiento racional, que garantice una interacción dinámica,
respetuosa y armónica entre el hombre y su ecosistema. Esta es la gran posibilidad de un desarrollo
intercultural.
Huaraz, diciembre de 2012.
Alvamaestro_3374@hotmail.com
i
ENTROPIA: Del griego entrope = transformación o vuelta. Es un proceso mediante el cual un sistema tiende a consumirse,
desorganizarse y morir.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
COSTA SILVA, Eduardo A. (2009). Diversidad cultural del Perú. En:
http://diversidadculturalsocierdadperu.blogspot.com/. Revisado en diciembre de 2012.
GARCÍA CASTAÑO, F. Javier y otros. (1997). La educación multicultural y el concepto de cultura.
Revista Iberoamericana de Educación Número 13. Disponible en:
http://www.rieoei.org/oeivirt/rie13.htm
ZÚÑIGA CASTILLO, Madeleine y ANSIÓN MALLET Juan (1997). Interculturalidad y educación
en el Perú. Foro Educativo. Lima. Versión PDF en: http://red.pucp.edu.pe/ridei/wp-
content/uploads/biblioteca/inter59.PDF
http://es.wikipedia.org/