En los últimos decenios la presencia de la mujer en las profesiones de la salud se ha incrementado notablemente.
Cuantitativa y cualitativamente la presencia de la mujer en las profesiones de la salud significa un aporte sustancial al mejoramiento de la atención sanitaria.
1. PRESENCIA DE LA MUJER EN LAS
PROFESIONES DE LA SALUD
A lo largo de los tiempos la mujer ha estado vinculada a la
salud comenzando por el cuidado de su familia.
Durante los últimos cien años la presencia de la mujer en el
cuidado de la salud se ha incrementado exponencialmente.
Médicas, enfermeras, obstetrices, odontólogas, auxiliares y
técnicas de laboratorio han validado su presencia.
2. En odontología-estomatología, a partir de los
años cincuenta el número de alumnas en las
facultades de odontología de América Latina
iniciaron un rápido crecimiento. Actualmente,
en muchas de las facultades, más del ochenta
porciento del alumnado es femenino. De
ordinario las mujeres son las más aplicadas en
los estudios y suelen ocupar lugar destacado
al momento de la graduación.
3. Por otra parte, tanto las asistentas como las
higienistas dentales son mujeres. En el campo de
la tecnología de laboratorio dental el número de
mujeres también ha ido en aumento.
Actualmente es difícil imaginar una práctica
odontológica sin la presencia activa de la mujer,
como higienista, como asistenta junto al sillón,
como secretaria, recepcionista y cajera. La
práctica odontológica con el dentista trabajando
solo ha pasado a la historia.
4. Interesa estudiar las clases de impacto que
producirá la creciente presencia de la mujer en el
ejercicio de las profesiones de la salud
Uno de los temas de dicho estudio ha de ser las
características bio-psicológicas del género
femenino en comparación con las del género
masculino y su compatibilidad.
Otro tema de estudio se refiere a la actitud del
género masculino frente a la creciente presencia
y posición de la mujer en las profesiones de la
salud, incluido el problema del desplazamiento.
5. No obstante su gran número en las
profesiones de la salud, la mujer no ocupa
proporcionalmente el lugar que le
corresponde en los cargos de dirección.
La tradición patriarcal es más marcada en el
mundo subdesarrollado donde las profesiones
predominantemente femeninas son la
enfermería y la obstetricia.
6. Las características de la mujer se prestan
favorablemente para el trato con personas,
particularmente con aquellas que necesitan
ayuda. En efecto, la mujer se caracteriza por
• Su empatía y gracia personal
• Su sensibilidad frente al temor y al dolor
• Su maternal relación con los niños
• Su capacidad de comunicación y relacionamiento
que facilita el trabajo grupal y las redes de
intercambio.
7. • Su atención a los detalles y procesos
• Su visión de futuro y anticipación frente a las
necesidades de las personas.
• Su menor rechazo a la visión de la sangre,
secreciones y deposiciones humanas.
• Su tenacidad para empeñarse en la atención de
los pacientes, aún en las peores condiciones
• Su tolerancia a las instancias de gravedad, agonía
y muerte.
8. • Su disposición para el trabajo en equipo y para
respetar los niveles jerárquicos
• Su resistencia al cansancio y a la rutina
• Su autoridad y capacidad para el mando
• Su flexibilidad frente a distintas personas por sus
diferencias sociales, de sexo y de edad
• Su sentido de higiene
• Su mayor disposición para respetar con estrictez
leyes y reglamentos.
9. El perfeccionamiento de la atención sanitaria
requerirá la armoniosa colaboración entre el
personal femenino y masculino.
Para ello será necesario estimular la condición
igualitaria entre hombres y mujeres.
Por el lado del personal femenino requerirá
asumir su condición igualitaria superando las
situaciones de conflicto.
Las relaciones de género en la actividad sanitaria
y sus consecuencias en la atención de la salud
requieren ser investigadas multiprofesionalmente
10. El aporte cuantitativo y cualitativo de la mujer en
el trabajo de salud es un hecho irreversible
Es de esperar que la creciente presencia de la
mujer en el primer nivel de atención contribuya a
mejorar la calidad y a intensificar el empleo de
medidas preventivo-promocionales en los
puestos y centros de salud y en sistema escolar.
La administración de los servicios de salud estará
cada vez más en manos de personal femenino.
11. La creciente presencia de la mujer en el trabajo
sanitario debe considerarse positivo por el aporte
cuantitativo y cualitativo de su género.
El empoderamiento de la mujer profesional de la
salud debe ser alentado desde la etapa formativa
y en los niveles de toma de decisiones y
administrativos.
Roberto J. Beltrán
Profesor Emérito, Universidad Peruana Cayetano Heredia
www.robertojbeltran.com