Este documento describe tres niveles de aceptación de uno mismo. El primer nivel es aceptarse a sí mismo y comprometerse con uno mismo. El segundo nivel implica aceptar plenamente los pensamientos, sentimientos y deseos propios. El tercer nivel conlleva la idea de ser compasivo consigo mismo y de ser un amigo para uno mismo, aceptando el contexto de las acciones propias sin juzgarlas como correctas o incorrectas.