El documento habla sobre la resiliencia y su importancia en el contexto educativo. Explica que la resiliencia se refiere a la capacidad de las personas de superar situaciones adversas y desarrollar recursos para hacer frente a problemas. También menciona que la autoestima y factores protectores internos y externos ayudan a fomentar la resiliencia en los estudiantes. El documento concluye explicando la perspectiva de Boris Cyrulnik sobre la resiliencia como un proceso dinámico influenciado por factores personales, familiares y sociales.
1. LA RESILIENCIA UN CAMINO PARA AULAS MÁS POSITIVAS
En este espacio se buscará la forma e ideas de cómo reflexionar de alguna manera frente al
concepto de la resiliencia o resilencia, puesto que es toda una construcción teórico formal la cual
fundamentada científica e ideológicamente interpreta y ajusta la realidad en el aula de clase,
dando respuesta a las problemáticas más frecuentes en el entorno escolar actual. Ese interpretar
da un significado que logra explicar y permite representar los aspectos más significativos del
propio entorno permitiendo ver y entender que en ocasiones, las circunstancias difíciles o los
traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía
hasta el momento. Los especialistas afirman que la resilencia está vinculada a la autoestima
según lo explicado por Boris Cyrulnik, por lo que es importante trabajar con los niños desde
pequeños para que puedan desarrollar sanamente esta capacidad.
La resiliencia, constituyen todo un compendio de paradigmas para el contexto educacional, que
ha pasado de ser tradicional a lograr un nivel de conciencia que ha permitido un mejor
acercamiento
a la realidad de los componentes sociales en un aula de clases, mostrando
respuestas frente a las cualidades un niño con buena autoestima se transformará en un adulto
con buena capacidad de resiliencia, por lo que estará preparado para superar los obstáculos que
encuentre a lo largo de su vida.
Desde su naturalidad los seres humanos, pueden encontrarse con mayor o menor claridad frente a
situaciones con niveles de frustración, que varía dependiendo de la parte convivencial
especialmente en los primeros años y en una mayor contundencia en los años de la adolescencia,
con
fundamentos filosóficos, psicológicos y por supuesto pedagógicos en los que logren
soportarse. Encontramos entonces unos factores resilientes importantes para contemplar y poder
hacer frente a esta nueva situación socio-educativa. En primera medida encontramos a los
Factores de riesgo, los cuales hace hincapié, en que es necesario tratar de conocer cualquier
característica o cualidad de una persona o comunidad que se sabe va unida a una elevada
probabilidad de dañar la salud física, mental, socio emocional o espiritual.
2. El siguiente factor al que hacemos referencia es el de los Factores protectores, desde este punto
de vista se perciben las condiciones o los entornos capaces de favorecer el desarrollo de personas
o grupos y, en muchos casos, de reducir los efectos de las circunstancias desfavorables;
(Villalobos, 2011) en tercer lugar encontramos a los Factores protectores internos, estos se
encuentrar referidos a atributos de la propia persona: autoconcepto, seguridad y confianza en sí
misma, facilidad para comunicarse, empatía.
En este momento el sujeto se auto-educa mediante la recreación de la realidad, haciéndose
protagonista dentro de todo el fenómeno educativo y el proceso educativo, de una forma
saludable y llena de bienestar psicológico según sus propias cualidades y necesidades. Aquí él
recrea su realidad y la puede transformar por medio de una socialización pero también de la
individualización del sujeto, de la forma más total como le sea posible. (ORTIZ, 2005)
Al encontrarnos con la necesidad mental de querer estar bien es importante entonces destacar y
reconocer el perfil de las personas resilientes; estas son las que a pesar de estar insertas en una
situación de adversidad, o verse expuestos a un conglomerado de factores de riesgo, tienen la
capacidad de utilizar aquellos factores protectores para sobreponerse a la adversidad, crecer y
desarrollarse adecuadamente, llegando a madurar como personas competentes, pese a los
pronósticos desfavorables de su entorno. (Villalobos, 2011)
El estudio de este tipo de situación social de una manera informal y a la ligera, en la vida de los
profesores y de los alumnos y la detección de una infinidad de “factores de riesgo” han
contribuido a crear una sensación de desaliento respecto de los niños y jóvenes. Incluso se ha
llegado a pensar que los riesgos generalizados en la vida de los niños, (sin duda una realidad)
condenan inexorablemente a una creciente cantidad de jóvenes a desarrollar consecuencias
negativas: deserción escolar, bajo aprovechamiento, adicciones.
Pero cuando este tema se torna profundo y se la en este entorno con las medidas necesarias y de
forma correcta y académica, y los estudiantes resilientes logran encontrar un docente favorito que
se convierte en un modelo de rol positivo para ellos; un maestro especial que ejerce unafuerte
influencia en sus vidas, brindándoles calidez, afecto, trato con tono humano, sobre todo les
enseña a comportarse compasivamente.
3. Innegablemente a los estudiantes resilientes les gusta la escuela y la convierten en su “hogar fuera
del hogar”, en un refugio de su ámbito familiar disfuncional. Las escuelas con directivos y
maestros resilientes son exitosas y tienden a mantener estándares académicos elevados, a
suministrar retroinformación eficaz que ayuda a los estudiantes ofreciéndoles posiciones de
confianza y responsabilidad. Los educadores conscientes de su responsabilidad en su gobierno de
clase pueden fomentar la resiliencia en sí mismos, en el aula y entre los estudiantes. La clave
fundamental es que la escuela sea capaz de ofrecer los reforzadores de los factores protectores en
la vida de los estudiantes y de los docentes. La responsabilidad del maestro es detectar a los
estudiantes “en riesgo” y ayudarles a construir su resiliencia. (Villalobos, 2011)
Para Cyrulnik1 (2002), desde su nueva comunicación , la resiliencia es un proceso, un conjunto
de fenómenos armonizados, en el cual la persona afronta un contexto, afectivo, social y cultural.
También la define como el arte de navegar en los torrentes. La resiliencia como combinación de
factores que permiten a la persona afrontar y superar los problemas y adversidades de la vida, se
caracteriza por un conjunto de procesos sociales intrapsíquicos que posibilitan tener una vida
sana, viviendo en un medio insano.
La naturaleza de la resiliencia es dinámica, es la armonía entre los factores personales, familiares,
sociales, protectores y de riesgo. No es un estado estático, definido y estable, es un camino de
crecimiento. La tarea educativa es estudiar los procesos de la resiliencia, considerando todas y
cada una de las dimensiones de la persona humana. La resiliencia la construye la persona.
En la visión de Cyrulnik la resiliencia significa un mensaje de esperanza "porque en psicología
nos habían enseñado que las personas quedaban formadas a partir de los cinco años. Los niños
mayores de esa edad que tenían problemas eran abandonados a su suerte, se les desahuciaba y,
efectivamente, estaban perdidos. Ahora las cosas han cambiado: sabemos que un niño
maltratado puede sobrevivir sin traumas si no se le culpabiliza y se le presta apoyo". La historia
explica el presente pero nunca cierra el futuro.
1.
Nacido en Burdeos en 1937 en una familia judía, Boris Cyrulnik sufrió la muerte de sus padres en un campo de concentración
nazi del que él logró huir cuando sólo tenía 6 años. Tras la guerra, deambuló por centros de acogida hasta acabar en una granja de
la Beneficencia. Por suerte, unos vecinos le inculcaron el amor a la vida y a la literatura y pudo educarse y crecer superando su
pasado. No es ni mucho menos gratuito que el Dr. Cyrulnik haya indagado tan a fondo en el trauma infantil: con siete años vio
cómo toda su familia, emigrantes judíos de origen ruso, eran deportados a campos de concentración de los que nunca
regresaron. "No es fácil para un niño saber que le han condenado a muerte". Era el típico caso perdido, un "patito feo"
condenado a llegar a la edad adulta convertido en un maltratador, un delincuente o un tarado.
4. Cyrulnik plantea que "todo estudio sobre resiliencia debería trabajar tres planos principales:
La adquisición de recursos internos que se impregnan en el temperamento, desde los primeros
años, en el transcursos de las interacciones precoces preverbales, explicará la forma de reaccionar
ante las agresiones de la existencia, ya que pone en marcha una serie de guías de desarrollo más o
menos sólidas.
La estructura de la agresión explica los daños provocados por el primer golpe, la herida o la
carencia. Sin embargo será la significación que ese golpe haya de adquirir más tarde en la historia
personal del magullado y en su contexto familiar y social lo que explique los devastadores efectos
del segundo golpe, el que provoca el trauma (sobre esta idea reconocía la autoría de Anna
Freud).
Por último, la posibilidad de regresar a los lugares donde se hallan los afectos, las actividades y
las palabras que la sociedad dispone en ocasiones alrededor del herido, ofrece las guías de
resiliencia que habrán de permitirle proseguir un desarrollo alterado por la herida.
Este conjunto constituido por un temperamento personal, una significación cultural y un sostén
social, explica la asombrosa diversidad de los traumas" . Él dice: "Imagínese que un niño ha
tenido un problema, que ha recibido un golpe, y cuando le cuenta el problema a sus padres, a
éstos se les escapa un gesto de disgusto, un reproche. En ese momento han transformado su
sufrimiento en un trauma ".(Melillo, 2005)
Ahora bien, cuando empezamos a asumir una visión humanista como la de Cyrulnik o incluso
como la del mismo Padre Luis Amigó, empezamos a identificar en nosotros una especial
pedagogía humanista, es necesario tener presentes cada uno de los que conforman esta
concepción; en este orden de ideas tenemos al educando, quien es un elemento activo del
aprendizaje que logra una adecuada interacción con otros (Fundación, Universitaria Luis Amigó,
2003); seguidamente encontramos al educador quien será el coordinador de esa actividad
educativa que por él será activa dentro del proceso y más especialmente si en este proceso de
resiliencia.
Los contenidos que se encuentran interrelacionados en el proceso de resiliencia, permiten que se
pueda afrontar el entorno escolar como todo un proceso de cambio y de maduración así como de
crecimiento personal; los objetivos los cuales se espera que vayan enfocados al desarrollo
integral de la personalidad, al adquirir conocimientos, hábitos y habilidades reconocidas como
importantes en la formación de cualquier sujeto. En este momento en especial se empieza a ver
de forma más completa el aprendizaje desde el bienestar psicológico, que permite que el
educando sea el que intervenga activamente fortaleciendo a la enseñanza que es la que da la
5. dirección adecuada del proceso con el uso de las técnicas apropiadas, como diría Ortiz, para el
aprendizaje grupal e individual.
Hablar de este tema entonces, es realmente motivante cuando se logra ver como en el transcurrir
de la historia, este proceso ha ido evolucionando según las necesidades del propio entorno
educativo. En la mayoría de las situaciones de la vida, el compartir un aula se constituye en un
gran problema, pero se puede aprender a partir de la experiencia en el que se adquieren
conocimientos;
(Dirección nacional de capacitanción y perfeccionamiento docente e
investigación pedagógica, 1992).
Para terminar esta reflexión es necesario entender que no sólo son pasos que de tenerlos en
cuenta nos puedes llevar a una mejor calidad de vida con respecto a la salud mental tanto de
estudiante como de docente. ¿De dónde se obtiene la fuerza para resistir? Si el riesgo es la causa,
la resistencia es el efecto, por ende se constituye una relación causal que es la resiliencia que
posibilita adaptarse, sobreponerse y recuperarse de la adversidad. (Villalobos, 2011)
Es necesario desconfiar y cuestionarse sobre estos conceptos porque pareciera que los
planteamientos están dados desde lo cambiante de la persona. Y efectivamente depende de los
cambios, pero los de siempre, los perennes; lo permanente de la persona, su esencia, se manifiesta
en su capacidad de pensar, de reflexionar, y resistir, ser resiliente, no es suficiente porque es sólo
un medio. Lo fundamental es el fin, el para qué, que marca finalidades, metas, objetivos.
Con una entrega a este tema en especial, se puede decir entonces que es necesario que existan
esos descubrimientos en el entorno escolar, este debe ser un tema que se tenga que dar a conocer
con más fuerza incluso entre toda la población para que se entienda su necesidad y su formación
en el transcurrir de la historia del hombre.
6. Bibliografía
Dirección nacional de capacitanción y perfeccionamiento docente e investigación pedagógica.
(1992). Teorías del aprendizaje. En n. d. Dirección, Modulo autoinstitucional de
fundamentos psicopedagógicos del proceso de enseñanza aprendizaje.
Fundación, Universitaria Luis Amigó. (2003). Teorías y modelos pedagógicos. En F. d.
educación, Teorías y modelos pedagógicos (pág. 75). medellín: Fundación Universitaria
Luis Amigó.
Melillo, A. (2005). redsistemica.com.ar. Recuperado el 15 de
redsistemica.com.ar: http://www.redsistemica.com.ar/melillo.htm
11
de
2013,
de
ORTIZ, O. A. (2005). monografías.com/trabajo26/modelos-pedagógicos/modelos-pedagógicosshtml. Recuperado el 04 de Junio de 2013, de monografías.com: www.monografías.com
Villalobos, T. E. (2011). La resiliencia en la educación. Publicación de la universidad
Panamericana, 1-9.