El documento argumenta que los estudiantes son los principales responsables del desarrollo de sus destrezas matemáticas a través de la disciplina, metodologías de estudio personalizadas y actitudes positivas. Aunque la familia y los maestros también influyen en las actitudes iniciales, el estudiante puede superar barreras negativas mediante el esfuerzo constante y métodos de estudio adecuados a sus necesidades individuales.