La lectura autorregulada es un proceso donde los estudiantes son responsables de planificar, controlar y evaluar sus propias prácticas de aprendizaje. Implica la capacidad de establecer relaciones entre lo leído y conocimientos previos, formular generalizaciones y utilizar estrategias metacognitivas para mejorar la comprensión. Estas estrategias incluyen planificar antes de leer, supervisar la comprensión durante la lectura y evaluar el aprendizaje después de leer.