La litósfera está compuesta de placas tectónicas rígidas que se mueven lentamente debido a las fuerzas internas de la Tierra. Está dividida en doce placas principales que interactúan en tres tipos de límites: convergentes, divergentes y transformantes. El movimiento de las placas a lo largo de estos límites causa fenómenos geológicos como volcanes, montañas, terremotos y la deriva de los continentes a través del tiempo.