2. • 1. Los puestos de trabajo, sinónimos de habilidades.
No está mal hacer un listado de empleos desempeñados, pero
de nada sirve si no se comentan los conocimientos y
experiencias que te han permitido adquirir.
• 2. Publicaciones, vínculos y experiencias. Si eres una
persona que ha colaborado en publicaciones o en la
realización de determinados proyectos, este es el lugar donde
indicarlo. En un CV no se suele indicar para no hacerlo muy
extenso pero LinkedIn es una plataforma idónea y, si se
puede, con un enlace para comprobar la veracidad.
Fuente:SocialBlaBla.
3. • 3. Recomendaciones. Otro elemento que en un CV físico
no resulta habitual pero que en la red social tiene un apartado
específico y aconsejable para dar valor a tu perfil. Da igual que
sean de clientes, proveedores o compañeros de trabajo, pero
deben estar.
• 4. Gestión adecuada de los intereses. Caso opuesto a los
anteriores. En los CV suele dedicarse un espacio para
comentar los intereses, aficiones o hobbies, pero no todos los
usuarios con acceso a tu perfil en LinkedIn tienen por qué
saber si te gusta jugar al baloncesto o eres un amante de la
cocina.
4. • 5. La edad puede ser uno de los factores de
discriminación entre los aspirantes a encontrar un
empleo, ya sean más o menos experimentados, por lo
que no es tan importante especificarla como indicar, una
vez más, las experiencias y habilidades que pueden
convencer al reclutador de talentos.
• 6. Estado civil. En este punto los expertos son
contundentes: "Tu vida personal es tu vida personal. Ya
estés casado o soltero, eso no debe afectar a tu capacidad
para trabajar, así que es algo que no aporta valor a un
reclutador".