1. [LAS INVESTIGACIONES DEL
HISTORIADOR 2. LOS
CAMPESINOS:VILLANOS Y
SIERVOS]
En este documento se consignan las conclusiones a la
que prestigiosos historiadores han llegado, tras
estudiar minuciosamente documentos antiguos y
haber visitado castillos, monasterios y otras ruinas
medievales
2. EL FEUDO II. LOS CAMPESINOS: VILLANOS Y SIERVOS
En la Edad Media había pocos campesinos libres,
propietarios de sus tierras; la mayoría vivían en
feudos y dependían de un señor. Existían diferentes
tipos de campesinos:
Los villanos, hombres y mujeres teóricamente
libres: podían abandonar el feudo, casarse
libremente, etc.), pero no eran propietarios de
la tierra que trabajaban.
Los siervos ocupaban el lugar más bajo de la
sociedad y estaban mal vistos por los demás. No
eran libres; no podían abandonar las tierras
del señor ni casarse sin su permiso. La
condición de siervo se transmitía de padres a
hijos.
La situación de los campesinos era muy dura. Por
ello protagonizaban frecuentes revueltas que los
nobles reprimían con mucha crueldad.
LA VIDA DE LOS CAMPESINOS
Durante la Edad Media, el 90% de los europeos eran
campesinos. Los historiadores intuyen que su vida
era dura y miserable aunque, en realidad, tenemos
muy pocos conocimientos sobre ellos porque la
mayoría eran analfabetos y no dejaron testimonios
escritos.
Vivían en casas muy rudimentarias; los puntales
estaban hechos con troncos de árboles; las ramas
formaban el entramado del techo y las paredes se
recubrían con barro y mimbre. Normalmente tenían
una sola habitación con dos espacios. Uno era el
establo donde se guardaban los animales y se
almacenaban los víveres. En el resto de la vivienda
había un fuego-hogar, y un comedor y un
dormitorio desmontables. Como mobiliario
disponían de algún arcón, una mesa y unas pocas
sillas o bancos.
Los campesinos eran autosuficientes, es decir,
producían todo lo que necesitaban: comida,
vestidos, útiles,… Solían comer poco y mal: pan de
centeno, gachas, sopas de legumbres, verduras,
3. huevos, leche y queso. Solo en días de fiesta comían
carne, principalmente de cerdo. La mayoría de los
campesinos comían casi siempre lo mismo: potaje;
una sopa espesa elaborada con muchos de los
ingredientes de que disponían y condimentada con
hierbas.
Como su dieta era escasa, poco variada y casi sin
carne o pescado, su esperanza de vida era menos
que la de los nobles.
EL TRABAJO CAMPESINO
Toda la familia participaba en los trabajos
agrícolas: hombres, mujeres, ancianos y niños. Los
hombres realizaban el duro trabajo del campo
(arar, segar, podar, talar árboles,…); y las mujeres,
además de realizar los trabajos de la casa,
ayudaban en la siega y vendimia, cuidaban del
huerto y las aves de corral. También hilaban, tejían
y elaboraban sus vestidos con la lana de las ovejas.
Para trabajar, disponían de instrumentos muy
rudimentarios: la azada, la hoz, la guadaña y el
arado. Para arrastrar los arados y carros con
bueyes utilizaban los yugos. Como se desconocían los
abonos, practicaban una rotación bienal de los
cultivos y se veían obligados a dejar descansar la
tierra un tiempo (barbecho).
Cultivaban cereales, plantaban legumbres y, en las
solanas, tenían viñas; en sus huertos, cebollas,
lechugas y árboles frutales.