Los hábitos se forman a través de la repetición de actos que se interiorizan y ejecutan automáticamente, creando disposiciones para pensar y actuar de ciertas maneras. Los hábitos una vez adquiridos son difíciles de modificar, por lo que es importante que los padres generen condiciones para el desarrollo de buenos hábitos como el estudio, la alimentación y el aseo desde una edad temprana.