La UNESCO establece cinco principios fundamentales de la calidad educativa: equidad, relevancia, pertinencia, eficacia y eficiencia. La equidad significa que la educación debe brindarse a todos por igual considerando las características individuales. La relevancia se refiere a que la educación genere aprendizajes significativos y útiles. La pertinencia demanda que la educación sea significativa y acorde a los estudiantes. La eficacia evalúa en qué medida los estudiantes acceden y permanecen en la escuela.