El documento discute la importancia de la salud materno-infantil para el futuro de la sociedad. Señala que las madres juegan un papel fundamental en el desarrollo de sus hijos y en la transmisión de la cultura familiar. También destaca que la salud de las madres y los niños debe ser valorada por sí misma y no solo por su contribución económica. Finalmente, resalta que mejorar el acceso a la atención médica para madres e hijos es clave para reducir la desigualdad y la pobreza.