La resiliencia se define como la capacidad de una persona para superar situaciones adversas, adaptarse y llevar una vida significativa y productiva. Se obtiene a través de la interacción con el entorno y depende de las capacidades y cualidades individuales. Las características de una persona resiliente incluyen la independencia, habilidad para relacionarse, iniciativa, humor y creatividad. Los pilares de la resiliencia son las personas de apoyo, límites adecuados y modelos a seguir.