El documento contrasta el discurso colonizador frente al discurso descolonizador en el arte. El discurso colonizador siempre tiene la perspectiva del colonizador y considera el arte de grupos periféricos como primitivo e inferior al arte occidental. Por el contrario, el discurso descolonizador promueve una curaduría diversa e inclusiva que valora el arte de todas las culturas y regiones por igual, intentando liberarlo de etiquetas como el exotismo o primitivismo.