La historia del vino chileno se remonta al siglo XVI cuando los españoles trajeron las primeras vides desde Europa. La industria del vino ha crecido significativamente a través de la introducción de nuevas cepas europeas en el siglo XIX, el desarrollo tecnológico en los 1980s, y el aumento de las exportaciones en las últimas dos décadas. Chile y Chipre son los únicos países libres de la plaga de filoxera que devastó los viñedos europeos a finales del siglo XIX.