El documento discute la importancia del Carmenère para posicionar el vino chileno en el exterior. Explica que aunque no es la variedad más producida, puede ser la variedad emblemática que mejor identifica a Chile. Analiza experiencias de otras regiones con sus variedades emblemáticas y concluye que el Carmenère, casi exclusivo de Chile, tiene el potencial de ser un pilar de la estrategia comercial chilena si se posiciona como la variedad emblemática y embajadora de calidad del vino chileno.