El outsourcing o tercerización permite a las empresas concentrarse en sus actividades esenciales al transferir procesos complementarios a terceros. Esto puede implicar la contratación de servicios en otros países con menores costos laborales o realizarse en las instalaciones de la empresa contratante u outsourcer. Aunque reduce costos e inversiones, también puede traer riesgos como falta de innovación, costos mayores de lo esperado o pérdida de control.