La prueba de Papanicolaou se realiza para detectar células anormales en el cuello uterino. Se recomienda que las mujeres adultas se hagan la prueba cada 3 años si los resultados previos han sido normales, y con más frecuencia si tienen antecedentes de riesgo de cáncer ginecológico. La prueba involucra la extracción de células del cuello uterino durante un examen pélvico y generalmente no causa molestias aunque en algunos casos puede haber una leve incomodidad.