La economía republicana se caracterizó por la expansión económica a partir de 1830 impulsada por las reformas de Manuel Rengifo que promovieron la exportación de materias primas como trigo, plata y cobre. El Estado invirtió en educación, ciencia y recursos naturales con los ingresos de las exportaciones y protegiendo la industria nacional, además de interconectar el país con ferrocarriles y puertos.